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De adicto a adicto: A veces con la intención no basta

Yo no podía parar

Después de una santa guarapeta de estar tragando alcohol como cosaco, inhalando cocaína como degenerado, tomando Tafil a cada rato e inyectándome un mundo de morfina sintética, más el cumulo de cigarros que me chutaba, caía como muerto , eran demasiados días en la parranda, los excesos al máximo y en extremo,  de lo mal que me sentía, una cruda horrible por el abuso del vodka, las mal comidas y mal dormidas por andar en la fiesta,  me decía una y otra vez a mí mismo.- Juro que no vuelvo  tomar.- Lo juro.- y al poco rato me curaba la cruda con un clamatito con Coronita, un pasecito de coca, una arponeada de Nubain, un par de Tafiles y varios cigarros.- Vuelve a la vida.-  y va de nuez a seguir la fiesta como si nada hubiera pasado, ahora, agregado y aumentado.

De adicto a adicto: A veces con la intención no basta

Los viejos moldes

El adicto a la marihuana, al cristal, al sexo, a la pornografía, al alcohol, a la comida, a las pastillas, a las personas, al juego, a las mentiras, a matar, al engaño, el adicto en general, no se recupera por arte de magia, no es un resfriado, se trata de una enfermedad sumamente compleja, hay quienes se fijan buenos propósitos para el año y no pueden cumplir.- Bajar de peso, por ejemplo,  dejar las pastillas, dejar de tomar, dejar la droga, dejar una relación toxica, en fin, son muy contadas las personas que logran cumplir sus objetivos, la mayoría no sale del pantano porque no rompen con los viejos moldes, no pueden o no quieren, hace un par de semanas, conocí a Manuel, 49 años,  un adicto que consume 300 pesos de cristal inhalado, pudo llorar y llorar por las secuelas que el consumo le ha provocado, como sus delirios de persecución.- Me estoy volviendo loco.- Le di  mi propia experiencia, así como una serie de sugerencias para bajar la ansiedad, le recomendé que fuera a una sesión diaria  un grupo de 24 horas de Alcohólicos Anónimos, le di todo un manual para la desintoxicación y le regale mi libro, La Saliva del Diablo, el buen amigo, no regreso a mi estudio, su adicción, es de vida o muerte, son pensamientos patológicos, psicóticos, recurrentes, están poniendo en riesgo su vida y la de sus familiares, es de alto peligro, el regalo que me da Manuel, es recordarme de dónde vengo, de mis delirios y de mis perdidas, llegue a pesar menos de 50 kilos, una vez, mi mujer me llevo a ver un medio internista en la Clínica del Centro, en la ciudad de Chihuahua, ella iba embarazada de mi hijo Gabriel que ahora tiene 24 años, cuando el doctor me vio, le pidió a mi mujer que pasara al privado, yo me quede en la recepción y le dijo a mi mujer.- Señora, no se espante, su marido tiene SIDA.- Así me vio el galeno, todo fregado, mi aspecto físico, no era para menos, mi esposa entro en show, el diagnóstico fue por demás impactante, me reprocho con llanto, fuera, dolor y miedo, la corrí del consultorio y desde la ventana, la veía llorando como loca en la calle, junto con una de mis hermanas que nos había acompañado, ella estaba incontrolable  por el impactante diagnóstico, Gracias a Dios no tengo SIDA, ni ella, ni mi hijo Gabos, pero esa era la fotografía que el doctor había interpretado  y de una manera sumamente irresponsable le había dicho a mi mujer.-Pero, sin duda, muy certero, traía a los zopilotes volando alrededor de mi cabeza.-  

No quiere o no puede

Definitivo, de ahí vengo, hará cosa de 20 años, estuve 35 días en Oceánica, en Mazatlán, México, termine el proceso y nos fuimos de luna de miel al Rancho Las Moras, ahí estuvimos una maravillosa semana mi mujer y yo, llegando a México caí en los viejos moldes.- No te juntas con quien consumías.- No hagas nada a escondidas.- Derrótate ante las sustancias y bla, bla, bla,. Yo llegue a casa de mis, papas en la CDMX,  se me dijo que fuera a un grupo de Alcohólicos Anónimos, por supuesto que no fui, se me recomendó ir a mantenimiento de la clínica en sus oficinas del Parque Hundido, tampoco fui, de repente me eche un pase de cocaína y  así me fue, debido a que me prendí más y más de la cocaína, mi vida se tornó completamente ingobernable, mis fondos, fueron crueles, severos e irreversibles.- Me volví loco.-  Me drogaba para vivir y vivía para drogarme.- 

Gracias por leerme y más por escribirme ernestosalayandia@gmail-com 614 2 56 85 20 sigue la huella,  este y todos los lunes a las 6 de la tarde tiempo de Chihuahua , México, televisión por internet Facebook, corre la voz por favor.- https://www.youtube.com/watch?v=CFtWizIYEwo