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Un feminismo distorsionado

En ocasiones las ideologías o corrientes son asociadas a sus percusores antes de ser hermenéuticamente observadas. Quienes conocen en sí el termino feminismo, lo atribuyen inmediatamente a Simone de Beauvoir, escritora francesa impulsora de esta ideología en la década de los 70’s, de quien sobresalen obras como “La femme rompue” y “Le deuxiéme sexe”.

En ocasiones las ideologías o corrientes son asociadas a sus percusores antes de ser hermenéuticamente observadas.  Quienes conocen en sí el termino feminismo, lo atribuyen inmediatamente a Simone de Beauvoir, escritora francesa impulsora de esta ideología en la década de los 70’s, de quien sobresalen  obras como “La femme rompue” y “Le deuxiéme sexe”. 

En la primera de sus obras mencionadas,  narra distintas historias de mujeres victimas de diferentes factores, como la dependencia a un hombre al grado de aceptar una infidelidad abierta, y en otra de las narraciones como la mujer es víctima de la excentricidad y aprensión que a muchas  caracteriza. La otra obra es más bien el intento de comprender que ha llevado a la mujer obtener en la mayoría de las culturas ese papel secundario y sublevado, cuando en el inicio de algunas civilizaciones había deidades femeninas superiores y la mujer tenía un rol a la par en importancia y participación que el hombre. 

Un feminismo distorsionado

El feminismo lamentablemente se ha alejado de su esencia y su origen. Yelena Najera afirma que “el feminismo de clase defiende la lucha por la emancipación  de la mujer obrera entendiendo que el machismo es el resultado de todo un sistema de opresión que es el patriarcado”. Hablando en un contexto capitalista, pero en sí, el feminismo es la  lucha por la homogenización de los derechos de la mujer y por una equidad de género. 

Actualmente, la mujer feminista es caracterizada y etiquetada como la mujer brava e indomable. De hecho Sandra Barba en un articulo titulado “Contra lo femenino” recientemente publicado en la revista  Letras Libres, en honor a Miriam Schapiro, precursora del arte feminista en Estados Unidos, expresa literalmente: “Para el feminismo, lo femenino es un problema…”. Lo femenino es todo aquello caracterizado y vinculado a la mujer, ya sean formas, colores, actitudes desarrolladas a causa de una idiosincrasia y cultura permeada por la diferencia de género. 

Es decir se percibe que el feminismo rechaza todo contexto asociado a la feminidad. Incluso, Ana Nuño quien escribió para la misma revista en 2008 un articulo sobre Simone de Beauvoir, aborda el termino “beauvorista” y lo describe con una experiencia propia en la década de los 80’s : “…una amiga… (..muy feminista) me invitó a participar en una de las reuniones mensuales de un grupo de feministas lesbianas de París que tenían fama de combativo y militante”.  Ya no se trataba en sí de un movimiento en búsqueda de la inclusión a la mujer en el nuevo mundo global que se asomaba. Se trataba más bien de un grado de rechazo al género masculino. No sólo eso, sino que tomaban actitudes observadas a lo largo de los siglos en los “machos”, ser combativas, militantes y lesbianas. 

Hay una idea completamente errónea y se han perdido las bases de lo que fue el feminismo. Toda mujer que dice ser parte de este sector, condena la maternidad, los roles biológicos de una hembra, cuando se fue diseñada para ello. Yolianda Aixela en el ensayo “Feminismos en la Antropologia: nuevas propuestas criticas”, donde trata la perspectiva de género,  trae a colación distintas teorías sobre la formulación del género y el papel que juega en las explicaciones antropológicas de la existencia de roles; en éste concluye y coincide que los hombres eran los responsables del sustento económico  de la familia, mientras que la mujer permanecía exclusivamente en el ámbito doméstico  y familiar, acentuando el tema reproductivo.  

El feminismo se ha convertido en la carta de defensa de las mujeres que una sociedad, lamentablemente machista etiqueta de “quedadas’’, “solteronas’’, y en el mejor de los casos “estudiadas’’ e “independientes económicamente” por lo que les será difícil cumplir un papel de madre y esposa. No es tan grave el estereotipo mal encausado, el problema es que se desvía del propósito de su existencia, y en la perdida de enfoque no se logrará el objetivo.