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Todos a votar

Por ser este domingo un día muy especial, también esta columna será especial, y no tanto por su contenido, que lo que sea de cada quien, siempre es buenísimo -y no es porque yo la escriba, pero algo hay de eso, modestia aparte-, sino porque hoy es una fecha muy especial, que será histórica no sólo para la comarca ribereña, también para todo el país, pues es mucho lo que está en juego, nada más y nada menos que nuestro futuro y el de las nuevas y próximas generaciones.

Hoy es el esperado Día D, cuando los mexicanos habremos de elegir a nuestro próximo Presidente de la República, senadores, diputados federales y alcaldes en el caso Tamaulipas, mientras que en otras entidades también habrá elección de gobernadores y diputados locales.

Todos a votar

Los ciudadanos ribereños, debemos cumplir responsablemente con nuestra cita con la historia, votar, pero votar con conciencia, con conocimiento de las propuestas de cada uno, para elegir con inteligencia la que a nuestro juicio es la mejor alternativa.

En la intimidad de la urna, debemos dar el voto de confianza y por ende el electoral, a la opción más viable, la que creamos que es la que la ciudad o el país necesita, y no sólo emitir el sufragio a cambio de unos cuantos pesos o porque la candidata o candidato de tal o cual Partido, amenazó con borrarme de la lista de programas sociales, si se da cuenta que no le di mi voto.

No se vale, bueno sí se vale, pero no debería votarse con frivolidad, con puerilidad o nimiedades sólo porque la candidata azul, morada o verde, es una mujer muy buena onda, sensible, que llora a cántaros en todos los capítulos de la novela o con la serie de “Como Dice el Dicho”, pero tan débil de carácter que quien en realidad terminará haciendo las funciones de alcalde tras bambalinas, será su marido y como ese personaje no se comprometió a nada, no tendrá la responsabilidad u obligación de cumplirle al electorado.

Tampoco es recomendable votar por fulanito de tal Partido porque es un hombre reacio, una “chucha cuerera” que se irrita y envalentona con el mínimo rose, pero que en realidad es un inepto, un frustrado mediocre que muy, muy en el fondo es tan valiente y nocivo como el mismísimo Peña Nieto.

Si bien es cierto que el voto es libre, secreto, intransferible y tienen la misma validez el mío, como el del vecino y el de Carlos Slim, el hombre más rico de México, cada sufragio que se deposita debe ser razonado, sepultado en el ánfora con verdadera convicción, con pasión incluso, pero por una buena razón, con una esperanza que busca cambiar para mejorar, o reelegir a un gobierno si es el caso, porque consideran que las cosas se están haciendo bien.

Por vez única en esta esquina “comarqueña”, no dedicaremos espacio para la crítica de gobiernos o funcionarios corruptos, como es la costumbre en esta tribuna libre y lo que nos ha llevado a tener tanto éxito entre los lectores de EL MAÑANA, en su edición impresa, su página de internet y redes sociales.

Esta vez, el objetivo primordial es invitarlos a votar, a que cumplan cabal y responsablemente con su deber cívico y ciudadano, que sean -o al menos con su sufragio- intenten ser protagonistas del cambio para que su ciudad, su región o el país, mejore en lo económico, político, social y en su seguridad, que tanta falta nos hace.

El Día D, ya llegó, por lo que se decidirá, este es el día más importante del año y de nosotros dependerá que elijamos buenos o malos gobernantes, voten por una razón, por una esperanza, por un mejor futuro, pero hagámoslo libremente, sin dejarnos intimidar ni atender a presiones, mucho menos por temor a perder los beneficios de un programa gubernamental al que ya tienen derecho, en el caso de los que lo reciban, el porvenir de todos está en nuestras manos, en nuestra decisión en nuestro sufragio, y dependiendo de la elección que tomemos, así nos irá en el baile.

Intentemos no equivocarlos para que podamos festejar por muchos años, y no tomar una decisión precipitada, equivocada o dirigida por intereses oscuros, que sólo nos llevarían a festejar temporalmente un triunfo electoral, para luego lamentarnos permanentemente por no haber elegido al candidato indicado.

En resumen, votemos con la cabeza, no con el corazón, mucho menos a cambio de unos pesos, que después pagaremos con creces, tampoco lo hagamos por miedo a perder una ayuda social, ni coaccionados o por presiones de terceras personas, que sólo buscan un beneficio personal o grupal, pero nunca el social o colectivo. TODOS A VOTAR PORQUE, HOY ES EL DÍA D!

Y COLORÍN COLORADO…