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Soltó "la sopa"

A nadie sorprendieron las revelaciones que hizo ayer el exdirector general de Petróleos Mexicano (Pemex), Emilio Lozoya Austin, durante el juicio singular que tiene en torno al denominado caso Odebrecht, ya que declaró haber entregado sobornos por 100 millones de pesos a asesores extranjeros que colaboraron en la campaña presidencial del 2012 y otros 120 millones de pesos para lograr las reformas estructurales que impulsó la administración del presidente Enrique Peña Nieto entre el 2013 y 2014.

Ni siquiera cuando aseveró en su declaración como testigo colaborador ante la Fiscalía General de la República (FGR), que encabeza Alejandro Gertz Manero, que la entrega de sobornos fue ordenada por el propio Peña Nieto y Luis Videgaray Caso, puesto que esta versión se conoce desde antes de fuera detenido el pasado 12 de febrero en Málaga, España.

Soltó la sopa

La declaración de Lozoya Austin que llamó la atención de la opinión pública fue cuando señaló que tenía recibos firmados y videos grabados como pruebas de sus testimonios, cuya revelación “acalambró” a varios representantes de la clase política, sobre todo entre quienes fueron legisladores durante la primera mitad del sexenio de Peña Nieto.

El titular de la FGR, Gertz Manero, fue el encargado de dar a conocer en conferencia de prensa las primeras declaraciones de Lozoya Austin, quien organizó un festejo fastuoso en su casa de la Ciudad de México con amigos muy allegados para celebrar que quedó en libertad, según reveló el periodista Carlos Loret de Mola Álvarez en su columna “Historias de Reportero” de ayer.

Incluso, comentó que uno de los amigos del exdirector general de Pemex había llegado con una preciosa caja de madera que contenía tres botellas de vino Chateau Margaux, que tienen un costo de 25 mil pesos cada una.

En otro hecho que conmocionó ayer a la clase política, fue el asesinato de Luis Miranda Cardoso (QEPD), padre de Luis Enrique Miranda Nava, quien fue un colaborador muy cercano del expresidente Peña Nieto.

Aunque las primeras investigaciones indican que se trató de un asalto a la casa del hoy occiso en Toluca, Estado de México, de inmediato surgieron diversas especulaciones que hablan de venganzas políticas.

En otro tema, todo parece indicar que la renovación de la dirigencia nacional de Morena se pospondrá nuevamente porque no existen las condiciones para celebrar una elección democrática por la falta de un padrón de militantes confiable, pero además porque en una asamblea abierta, como muchos han propuesto, se corren muchos riesgos de ser manipulada por intereses ajenos al partido que creó el presidente López Obrador.

No se descarta la posibilidad de que el actual dirigente interino Alfonso Ramírez Cuellar siga el frente de Morena, puesto que cada día cobra mayor fuerza la versión de que la elección de la nueva dirigencia nacional se realizará hasta después de las elecciones intermedias del 2021.

Mientras tanto cada uno de los aspirantes a la dirigencia nacional sigue recibiendo apoyos, como es el caso de Mario Delgado Carrillo, quien tiene todo el apoyo de la fracción de Morena en la Cámara de Diputados.

En tanto que Alejandro Rojas Díaz Durán no pierde la esperanza de poder participar en el proceso interno para la dirigencia nacional de Morena, sobre todo después de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPDF) ordenó que se le devolvieran sus derechos partidistas.

Con respecto a Bertha Luján Uranga, cada día se diluye la posibilidad de que logre ser la sucesora de Yeidckol Polevnsky Gurwitz, ya que su influencia dejó de ser efectiva entre los distintos grupos morenistas.

Los diputados federales Erasmo González Robledo y Armando Zertuche Zuani, se pronunciaron a favor de Delgado Carrillo, incluso aprovechan cualquier oportunidad para promover la imagen del coordinador de la fracción de Morena en la cámara baja del Congreso de la Unión.

Por otra parte, pero sin dejar el tema de Morena, resulta que el coordinador de la fracción morenista en el Senado, Ricardo Monreal Ávila, dijo que la elección del próximo presidente de la mesa directiva de esta cámara se realizará el próximo 24 de agosto entre cuatro aspirantes.

Ellos son: Eduardo Ramírez Aguilar, senador por Chiapas; Alejandro Armenta Mier, senador por Puebla; Higinio Martínez Miranda, senador por el Estado de México; Ovidio Salvador Peralta Suárez, senador por Tabasco.

Se habla de que el chiapaneco Ramírez Aguilar tiene todo el apoyo de Monreal Ávila, sin embargo, se dice también que el tabasqueño Peralta Suárez no es mal visto en Palacio Nacional.

La elección del próximo presidente de la mesa directiva del Senado se realizará en el auditorio “Octavio Paz”, en donde los 128 legisladores votarán para designar al sucesor de Mónica Fernández Balboa.

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