Robert Kearns (1927-2005)

Inclusive se conoció como el Dr. Robert Kearns por su doctorado en Ingeniería. Oficialmente pasó la mayor parte de su vida en calidad de profesor universitario en los Estados Unidos, pero extraoficialmente se pasaba las 24 horas trabajando arduamente con treinta patentes vinculados con su invento del “limpia-parabrisas intermitente”.
Ahora, y después de muerto, muchos han tratado lo espectacular de su invento basado en el parpadeo del ojo, pero yo quiero enfocarme en los litigios que se involucran contra las empresas automotrices Ford y Chrysler que empezaron a utilizar el concepto de Kearns pero ignorándolo completamente.
La empresa Ford Motors Co., empezó a instalar el limpia-parabrisas intermitente en sus vehículos en 1979 y posteriormente se hizo equipo standard en las demás empresas como la Chrysler. El concepto no era muy complicado pero si extraordinariamente práctico y útil.
El por qué las empresas automotrices empezaron a abusar de su patente se desconoce, pero esto empezó la batalla entre “Goliad y los Gigantes”.
Como prefacio, hay que hacer hincapié en que involucrarse en litigios de esta envergadura le complicaron la vida al Doctor Kearns llevándolo al divorcio y a una crisis nerviosa que resultó en que tuviera que ser internado en un asilo durante varios meses. Inclusive, estuvo preso por no cumplir con sus obligaciones de la manutención de sus hijos. La Ford llegó a ofrecerle una indemnización de 50 millones de dólares que Kearns no aceptó y siguió con el litigio.
Desde el punto de vista jurídico y empezando con la primer demanda contra la Ford lo más sobresaliente es que por alguna razón desconocida Kearns litigó la demanda PRO SE, o sea sin abogado, enfrentándose al batallón de abogados de la Ford en una corte federal en el estado de Michigan. Tres observaciones inmediatas surgen sobre por qué proceder PRO SE en un litigio que presuntamente involucraba millones de dólares. En estos casos muchas veces los abogados toman el caso en contingencia, es decir que si no ganan no cobran pero ni así quiso el Kearns contratar abogados, quizás porque no quería compartir con ellos el 33 y 1/3 por ciento. Otro factor importante pero aún singular es por qué enfrentar a un ejercito de abogados sin contar el mismo con la representación legal adecuada. La última observación es que una cosa es litigar en la corte estatal PRO SE, pero otra cosa es hacerlo en un tribunal federal que es mucho más exigente y complicado.
No obstante, el Dr. Kearns se lanzó PRO SE contra los gigantes de la Ford y consiguió un fallo a su favor de 10.1 millones de dólares. Para que un ingeniero sin experiencia en PRO SE logre un fallo a favor en una corte federal es fenomenal y el sentó el precedente.
Posteriormente, el Dr. Kearns obtuvo muchos más millones de la Chrysler, pero allí si ya con representación legal. Es obvio que aparte de perseverancia, Robert Kearns sobresalía por su inteligencia.
DESDE LA CALLE 17 este es mi punto de vista. Shabbat Shalom
Federico Trigo, Attorney At Law/ Abogado en Derecho Penal, Migratorio e Internacional. McAllen, Texas.






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