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RESUMEN ANUAL 2017

Kasabian, “For Crying Out Loud”.

Kasabian, “For Crying Out Loud”.

Sexto álbum de estudio de los británicos Kasabian. Un disco que por su cronología denotaría una etapa de “madurez”. Pero títulos como “The Party Never Ends”, “Are You Looking For Action” o “Comeback Kid” buscan más bien demostrar lo contrario. Un disco divertido, directo y sin mayores complicaciones. Crudos desde cierta perspectiva, pero al mismo tiempo se dan el lujo de coquetear con ritmos bailables.

RESUMEN ANUAL 2017

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The National, “Sleep Well Beast”.

Una paleta sónica que se configura de sonidos electrónicos, voces nostálgicas y definitivamente reflexivas, excelsa conjunción de guitarras apoyadas por pincelazos de pianos. Temas que van creciendo en forma paulatina para adquirir una personalidad propia. Un disco repleto de emociones, pero no aquellas tan simples, sino las que se construyen en el recorrido del tranvía de las relaciones de largo alcance.

Blondie, “Pollinator”.

El regreso de la veterana e icónica agrupación pionera del post-punk y new wave de los años ochenta. Un disco con colaboraciones de importantes artistas: St. Vincent, Sleater-Kinney, Swans, Laurie Anderson, Charli XTC, Joan Jett y Nick Valensi de los Strokes, entre otros. Lo anterior, y escuchar la voz siempre sensual de una Debbie Harry de 72 años, son elementos más que suficientes para que apreciemos esta entrega discográfica.

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Flaming Lips, “Oczy Mlody”

Producción discográfica que es, entre otras cosas, un clara referencia a la icónica cinta “A Clockwork Orange” de Stanley Kubrick y recuerda la subcultura psicodélica de las décadas de los sesentas y setentas, con un contexto lírico repleto de implicaciones metafísicas. Liderados por Wayne Coyne, los originarios de Oklahoma, Estados Unidos, se hacen cómplices de una aventura musical que bien podría enclavarse en cualquier paisaje cinematogàfico que invite a nuevas alternativas de existencialismo o drones psicodélicos con aires libertarios.

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U2, “Songs Of Experience”

Podemos revisar este decimocuarto disco de estudio de los irlandeses, como un trabajo que ofrece exactamente lo mismo que hace casi veinte años, solo que ahora enarbolando la bandera de “madurez”, y para darle el toque de frescura, contiene aportaciones de artistas más jóvenes (Kendrick Lamar), pero “sin mancillar o alterar la esencia del grupo”. Me gustaría aclarar que no estoy asentando que este álbum sea deficiente, al contrario, cuenta con una excelsa producción y más de un par de cortes bastante aceptables, emotivos como el caso de “Red Flag Day”; imponentes como el primer sencillo “The Blackout” o con la flama contestataria de “American Soul”. La temática, es trascendente e importante: la mortalidad humana, redención para con los seres amados,  el amor como arma suprema,  las políticas reaccionarias de inmigración y los refugiados de guerra, por mencionar algunos.