Reconocer II

En agosto de 2018 escribí un texto donde invité a ustedes, mis estimados lectores, a una reflexión política luego de poner sobre la mesa que la palabra “Reconocer” se escribe igual al derecho y al revés y que eso, había llamado mucho mi atención.

Pero la de hoy, aunque también reflexión, por la fecha, no es política, pero sí relacionada con la palabra.

Reconocer que hemos dejado de hacer cosas en 2019 que nos pudo haber llevado a cumplir los objetivos que para estas fechas nos trazamos en 2018, sería un buen comienzo para no volver a tropezar, ¿no?

¿O no reconocemos nuestra imperfección?

Reconocer que, tal vez, no tuvimos la fortaleza suficiente para conseguir algunas metas o que, pecamos de soberbios al alcanzar otras, o simplemente, reconocer que algunas incluso las olvidamos antes de que terminara enero, sería, repito, un buen comienzo.

¿O nos sobró fortaleza para todos los propósitos y no fuimos soberbios ningún día del año además de que tuvimos presentes durante todo el año los pensamientos que tenías al comerte las uvas la madrugada del 1 de enero? Híjole. Si Usted realmente estuvo por encima de lo anterior, debemos todos, estimado lector, reconocerlo también.

A Plutarco se le atribuye la frase que reza: “De todos los trastornos del alma, la envidia es el único que nadie admite tener.” ¿Reconocemos que en ocasiones fuimos envidiosos, o no?

Reconocer que pudimos haber tenido un mejor 2019 si nuestras actitudes hubieran sido mejores ante cada cuestión que se presentó, ayudará, estimo, a que su reflexión de estos días tenga un mejor destino.

Asumo también y, me alegra, que muchos alcanzaron la mayoría de sus propósitos planteados hace doce meses, sin embargo, mi reflexión es hacia aquellas metas no satisfechas, ¿Por qué no las logramos? ¿En qué fallamos? Reconocer eso, sería el mejor inicio.

Aspiro humildemente a que le sean útiles éstas letras, que dicho sea de paso son las últimas #DelAbogadoAmigo de este año.

Que sea, estimado lector, un excelente 2020 para Usted y los suyos, salud y –una vez habiendo reconocido en qué fallamos este año- encontremos todos mejores rutas, y seamos felices.

¡Feliz Año 2020!