Otro golpe al bolsillo

Todavía no se habían terminado de ensalzar los supuestos ahorros con el horario de verano que concluyó el domingo 29 de octubre en la mayor parte del país, cuando la Comisión Federal de Electricidad (CFE) asestó otro golpe al bolsillo con un nuevo incremento a sus tarifas para el sector industrial, comercial y residencial de alto consumo que entró en vigor a partir de ayer.

Los aumentos de la empresa paraestatal de “clase mundial”, según un slogan que nadie cree, para el sector industrial van del 2.6% al 3.5%, en tanto que para el sector comercial se dieron entre el 1.5% y 2.4%. La tarifa para el uso doméstico sufrió una alza del 1.5% en noviembre, aclaró la CFE, por lo que se espera que antes de concluir el presente año sufra otro incremento ante el esperado aumento del precio internacional del gas natural que utiliza para generar el fluido eléctrico en el país.

Y uno se pregunta: ¿para qué sirvió la reforma energética?, así como también: ¿dónde quedaron los ahorros que supuestamente tendríamos en las tarifas eléctricas y en los precios de las gasolinas y el diésel?

En la nada, ya que ahora tenemos que pagar tarifas eléctricas de “clase mundial” por un pésimo servicio de la CFE, como ocurrió en mayo pasado cuando en Reynosa y Matamoros se registró un apagón por varias horas que ocasionó enormes pérdidas económicas para empresas maquiladoras y cadenas comerciales, entre otros sufridos usuarios.

No hay duda de la voracidad que tiene la CFE con el pretexto del aumento del precio internacional del gas natural, sobre todo cuando sus reportes dan a conocer que tuvo utilidades del 119.0% en el 2016.

Los directivos de la CFE presumen que obtuvieron ganancias como nunca antes, que gracias a la disque buena administración por primera vez en muchos años registraron números negros, sin embargo el año pasado la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), se vio en la necesidad de transferir recursos públicos por más de 460 mil millones de pesos para el pago de pensiones de sus trabajadores, entre otros adeudos.

Ahora los industriales, comerciantes y jefes de familia debemos de pagar más por recibir el servicio de la CFE durante el mes de noviembre, puesto que no se descarta la posibilidad de que se den otros aumentos antes de que concluya el año, como se pudo percibir en el boletín de prensa de la empresa paraestatal.

En otro tema, resulta interesante la iniciativa de reforma que presentó la diputada Brenda Cárdenas Thomae a fin de ampliar la participación de las Asociaciones Públicas Privadas (APP) en la ejecución de obras de largo plazo, como es el caso de la modernización de carreteras, puertos, aeropuertos, cruces internacionales, entre otras que requieren de grandes inversiones.

En junio, el gobierno estatal anunció que se tenía el proyecto para modernizar el eje carretero Tula-Ocampo, que busca atraer el transporte de mercancías entre San Luis Potosí y el puerto de Tampico, además de impulsar la industria del turismo en cuatro municipios del altiplano que comprende la llamada “Biosfera del Cielo”.

La iniciativa de reforma deberá de ser ampliamente discutida y analizada para que en verdad atraigan los capitales privados, puesto que en la actualidad no sólo se requiere brindar seguridad jurídica, sino también implantar un sistema de tarifas competitivas para la recuperación de las inversiones y que resulten atractivas para los transportistas.

No debemos olvidar que las empresas privadas que ganen las licitaciones deben de conservar en óptimas condiciones el eje carretero Tula-Ocampo por el tiempo que dure la concesión, debido a que existen libramientos y carreteras de cuotas que no reciben las obras de mantenimiento requerido ante el intenso tráficos de camiones de carga y tráileres, como el que se registra entre la capital potosina y el puerto de Tampico.

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