La juventud de mi vejez

Estoy en la cima de mi madurez pero empiezo a cruzar el límite de la bajada y me pregunto cuánto falta para pasar a ser una ancianita, las arrugas que tengo, más que en mi cuerpo están en mi alma y quiero compartir esta etapa de mi vida, tuve 4 hijos de los cuales no están conmigo, uno me lo desaparecieron, 2 están en la cárcel gracias a los marinos y otro vive lejos de mí; mi esposo murió y la soledad es pesada y por eso hago varios trabajos altruistas para estar viva, no es lo mismo que vivir y yo trato de vivir y regalarles a mis hijos y nietos enseñanzas que les ayuden el día de mañana, mi vida se ha formado de momentos de amor, ilusiones, metas y sueños algunos cumplidos y otros no, nunca me ha gustado perder el tiempo en chismes, pues vale oro para desperdiciarlo, me gusta amar, me gusta servir y me gusta ser mujer, me gusta y estoy conforme con mi sexo pues amo al varón, disfrutó de las caricias y del amor lleno de ilusiones, de sueños pues te da vida, a mi edad me gusta escoger y no que me escogan, sigo sintiendo que aún puedo tener proyectos a corto plazo, pues los años han pasado y han dejado huellas tangibles y reales, fui y soy una mujer atractiva y guapa, pero siempre he vivido con dignidad, no me esclavizo en los tintes pues me gusta mi cabello blanco y lo luzco con orgullo, he sufrido mucho, he llorado al grado que ya no hay lágrimas, pero me acuerdo más de mis éxitos, de mis risas y de mis amores, cada uno de ellos tiene un gran significado en mi vida, pero mi primer amor el padre de mis hijos, no tiene nada que ver con él, a él lo ame con locura y lo sigo amando y los otros solo fueron ilusiones, pasiones y deseos. También los años me enseñaron a ser valiente, ha ser guerrera, a ser autosuficiente, a tener prioridades, a perdonar y pedir perdón, a ayudar al más débil, al que sufre, al enfermo, disfrutó de mis nietos de la sonrisa de mi nieto Kaffi de su inteligencia, soy una abuela orgullosa de su sangre son mi luz y mis ilusiones.
Los años me enriquecieron de experiencia, amo y reconozco a mis amigos, ellos y ellas han sido luz a mis problemas y también han aportado paz y amor en mis tristezas, hemos reído, llorado, gozado, viajado a otros países, ir a otros países me permitieron reconocer que mi México es hermoso y digno de sentirme orgullosamente mexicana.
Creo en Dios día a día, fortalezco mi fe, mi amor y gratitud a mi Dios, y todos los díaas le pido que me permita vivir sin fanatismos, ni obsesiones, aceptar a las personas con sus virtudes y defectos empezando por mí misma.
La edad es la que uno siente en la mente y en el corazón y yo me siento joven con deseos, ilusiones y mucho amor para dar, no vivo de apariencias, no me interesa quedar bien con nadie, ya no sufro si le caigo mal a alguien, ahora tengo un esposo, un amigo, un proveedor que me ama y me acepta tal y como soy; ese es Cristo Jesús, quieres que te lo presente para que vivas en paz, armonía y feliz.
Les mando un abrazo rompe costillas.
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