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Entre políticos te veas

¿Cómo se puede ser tan diferentes, tan distintos, tan diversos, tan plurales pero al mismo tiempo tan similares, tan iguales, tan semejantes, tan parecidos?

No soy psicólogo, ni pretendo serlo, porque si así fuese empezaría por autoanalizarme para dar un diagnóstico con atigencia, pero como esta es una columna política y no una clase de especialidades, ni tampoco se dan terapias, mejor concretémonos en lo que realmente nos atrae, nos interesa y nos mueve, que son los temas relacionados con las elecciones que se avecinan y sus protagonistas, algunos de los cuales están centrados y concentrados en sus objetivos, mientras que otros, al calor del mitote, la desesperación, el desencanto la frustración, incluso mal aconsejados u orientados, en sus momentos de ocio estallan en ira despotricando en contra de todo lo que se mueva o tratando de culpar de sus desgracias, a supuestos adversarios o personas que no comulgan con sus ideas, llámense políticas, sociales o religiosas.

Entre políticos te veas

Sin que tenga una conexión con lo que arriba escribo, en días pasados sufrí las de Caín, incluso me sentí buleado por dos personajes muy amigos míos por cierto, a quienes estimo y quiero harto como dirían en el rancho, sin que signifique que por ese cariño, respeto, incluso admiración, por lo que ambos han logrado, -que no es poca cosa-, tenga que dejar externar mis ideas y punto de vista, siempre y cuando lo haga como hasta ahora, sin difamar, mentir o inmiscuirme en la vida privada de alguien, eso no sería ético, mucho menos moral, pero aclaro, debemos diferenciar entre lo público y lo privado. En el caso que nos ocupa, se trata de dos prominentes figuras públicas

Pero ya chale Piter… basta de tanto rollo, gasto de tinta y papel. Mejor vete al grano porque ya son vacaciones y la gente quiere disfrutar del asueto, nadie tiene la culpa de que seas periodista y sólo vayas a descansar el “Viernes Santo”, no todos tienen tu tiempo.

Bueno, presionado por mi otro yo, les diré que derivado de comentarios anteriores de MELY ROCHA Y PEPE CORREA, exalcaldesa y el exalcalde de Camargo, esos dos personajes que juntos son dinamita, no me la andaba acabando, al quedar en medio del fuego cruzado entre esos dos exaliados y ahora archienemigos, que cambiaron la miel por la hiel, el amor por el odio, la amistad de toda una vida por desprecio mutuo, cuando unidos podrían haber estado resolviendo los grandes rezagos en los que se encuentra inmerso su municipio, a raíz de las peores administraciones que han tenido encabezadas por los hermanitos BLAS LÓPEZ GARCIA y la actual alcaldesa EDELMIRA GARCÍA DELGADO.

Primero ataca MELY con un florido mensaje en donde acusa a su exmaestro de la política PEPE CORREA, de estar detrás de los comentarios que yo hiciera en COMARCAS RIBEREÑAS anteriores, y donde hago alusión a ambos, sin cargarme hacia ningún lado, pero tampoco sin faltar a la verdad, una simple y mera opinión personal, como todas las que hago en mis columnas, que para ROCHA HERNÁNDEZ, era un ataque directo promovido y financiado por PEPÍN. 

Atareado en el rancho, mientras realizaba labores de fertilización, y apenas reponiéndome del reclamo de MELY, no le hace que se altere, así la conocí, al rato se le pasa, es mi amigaza y la quiero mucho, recibo una llamada telefónica, en la pantalla se leía PEPE CORREA.

No terminaba de decir “que pasó Pepito”, cuando a mi compadre y dos veces exalcalde le salió lo CORREA, y comenzó a despotricar en contra mía y a decir que quien había pagado las notas en su contra, se me hace que se equivocó de periódico, porque en EL MAÑANA, nunca ha salido nada en contra suya, al menos en los últimos años, en comentarios sí se han dicho verdades completas, no a medias, pero esos son responsabilidad del autor de la columna, no han sido pagados ni por MELY ROCHA, ni por nadie, -no me inmute-, traté de tomar las cosas por el lado amable, a mí también me salió lo ONTIVEROS, y por prudencia que le cuelgo.

En ambos casos, es evidente que nuestros huéspedes de hoy, son intolerables a la crítica, pero eso no es lo preocupante, a pesar de tratarse de dos políticos que deben estar abiertos al escrutinio público, a nadie nos gusta que nos señalen nuestros errores, pero lo anormal en esta histórica, es que cuando se critica a uno de los involucrados, en vez de buscar corregir errores, se van por el camino fácil y se acusan uno a otro de estar financiando los ataques periodísticos. ¿Problemas psicológicos, patológicos o de conducta?… ¡Que alguien me explique!

Y COLORÍN COLORADO…