Cuerpo y Alma

Esta noche se llevará a cabo el tercer partido de la serie entre los Warriors de Golden State y los Raptors de Toronto en el Oracle Arena. Una final que me ha parecido muy emocional, en especial por la calidez y entrega de la afición de la ciudad canadiense, en un marco que por primera vez en la historia de la NBA se ha presentado: una final fuera de los Estados Unidos. Los Raptors han hecho una gran labor al llegar a estas instancias, en especial por el camino tan arduo y sinuoso que tuvieron que recorrer durante la postemporada. 

Contra gran parte de los pronósticos, han peleado palmo a palmo con un conjunto tan poderoso como son los de la bahía californiana. La serie se encuentra empatada, Golden State ya logró arrebatar el factor casa a Toronto, sin embargo, han tenido que pagar una factura onerosa: Klay Thompson tiene una distensión en el isquiotibial y Kevon Looney presenta fractura en el hombro. 

Cuerpo y Alma

El primero está cuestionable para el tercer encuentro y el segundo estará fuera en forma indefinida. Y no es para menos, la escuadra canadiense cuenta con elementos que saben defender de manera extremadamente física (una de las claves de su éxito) y sin lugar a dudas lo han exponenciado en este escenario. Para la fortuna de los Warriors, DeMarcus Cousins ha retomado ritmo con sus compañeros (en el primer juego estuvo fuera de contexto), y dicho factor cubrirá cabalmente la ausencia de Looney, así mismo, no olvidemos que Kevin Durant en cualquier momento también se reincorporará, lo que compensaría la ausencia parcial y/o la posible baja de juego de Klay Thompson. 

Partiendo de ello y del hecho de que los Warriors supieron salir vivos del Scotiabank Arena (considero que Nick Nurse, entrenador de Toronto, no supo capitalizar su ventaja en el tercer cuarto del segundo encuentro, en cierta forma pagando su novatada en estas instancias), me debo a inclinar a brindarles el estatus de favoritos para que alcancen el tricampeonato y se consoliden como una de las mejores y más dominantes dinastías de los últimos años. Stephen Curry está respondiendo en momentos importantes, y me atrevo a pronosticar que será nombrado el jugador más valioso de estas finales. 

La labor de Draymond Green y Andre Iguodala también ha sido de gran valía, demostrando que son un equipo con gran experiencia y sobre todas las cosas, con pasta de campeón. Por su parte, Steve Kerr ha sabido ajustar en momentos claves, sobre todo por ese estilo tan particular de los de Golden State, que generalmente arrancan lento los partidos, para paulatinamente irse transformando en una maquinaria imparable ofensiva y defensivamente. 

Insisto, son únicos en su género y una versión de equipo de baloncesto que no veremos en mucho tiempo, independientemente de que muchas otras franquicias han querido emular su formula. Los Raptors están siendo un digno rival, mucho mejor que la versión de los Cavaliers del año pasado. Se armaron a modo para esta campaña con veteranos de alto calibre que han encontrado armonía en el terreno de juego, conjugando una defensiva implacable, y los resultados están cumpliendo las expectativas. Tengo dudas de que la próxima temporada se mantengan jugando a este nivel, en especial por la veteranía de algunos de sus integrantes y la situación contractual de Kawhi Leonard.

Todavía es muy prematuro para definir su futuro próximo, lo que es evidente y claro, es que los Raptors están entregando cuerpo y alma en la duela y seguramente nos brindaran cotejos cerrados y vibrantes, aunque a la larga de la serie, a pesar de su respetable rotación de banca y todo lo mencionado anteriormente, vislumbró muy complicado que puedan alcanzar a unos Warriors que son demasiado peligrosos tanto con su cuadro titular como con su banquillo. En resumidas cuentas: las lesiones mermaran relativamente a Golden State, pero su experiencia y su corazón de campeón, a final de cuentas, se impondrán. Pronóstico Warriors 4 Raptors 2. Abundaremos.