Alto a la persecución de nuestros semejantes

De todos es conocido el daño que han hecho las leyes que se han propuesto en estos últimos tres años acerca de cómo se trata a los inmigrantes justo cuando son detenidos al cruzar la frontera sin documentos en regla, que si bien han sido aprobadas, también es cierto que jueces de distrito en diversas cortes federales, las han bloqueado, detenido y hasta refutado, sin embargo las consecuencias que han tenido para miles de hispanos, adultos, infantes y

menores, son atroces.

Alto a la persecución de nuestros semejantes

Los obispos de las diócesis a lo largo de todos los estados americanos que hacen frontera con México, han expresado por años, la necesidad de formar un frente unido para conseguir una reforma migratoria que tome en cuenta el lado humano y moral de la aplicación de las leyes, pues la calidad moral de una nación se mide de acuerdo a como trata a los segmentos más débiles que componen su sociedad.

Tal vez tú nunca has sido un extranjero, o inmigrante, pues gracias a Dios naciste de este lado de la frontera, pero seguramente te habrás sentido perseguido alguna vez. No hace ni un mes que, en caminos rurales entre los estados de Chihuahua y Sonora, a menos de 80 millas de la línea fronteriza con Arizona, se asesinaron a nueve miembros de una sola familia, tres madres y seis de sus hijos pequeños, unos cuantos se salvaron y los mayorcitos regresaron a pie a sus comunidades pidiendo ayuda para los heridos.

Las causas y los agresores todavía no se determinan, pero la persecución no es algo ajeno a ese grupo de personas, por ser miembros fundamentalistas de la iglesia de los santos de los últimos días, huyeron de Utah y Arizona hace cien años más o menos, cuando se les concedió por el gobierno mexicano, que se establecieran como una comunidad agrícola autosustentable en las zonas más áridas de dichos estados, ellos y sus descendientes siguen siendo

americanos por nacimiento y mexicanos también.

Es cierto que en nuestro país no vivimos bajo la sombra de temor al

maltrato debido a nuestras creencias, pero la persecución se presenta por

otros motivos y suele tener muchas caras. Miles de familias de todas las culturas, han sufrido la angustia de saber que sus hijos, padres o hermanos, han padecido la violencia, los secuestros y desapariciones debido a la lucha de poderes entre narcotraficantes que se está dando en nuestra frontera.

Ahora que se le ha dado tanta difusión a este caso de la familia LeBarón, es justo y adecuado que meditemos acerca de los sufrimientos de todos los miembros más desválidos de nuestra sociedad, y si tú te sientes perseguido y eres víctima inocente de una autentica injusticia, si te han calumniado,

insultado, o discriminado, piensa en Jesucristo, como El fue perseguido y crucificado el viernes Santo y de cómo resucitó el domingo de pascua.

Si estas pasando por una situación difícil recuerda que el momento más oscuro es cuando está por llegar el amanecer.  

¡Vive un día a vez!...Ignite the moment!… Y recuerda que Dios te ama y yo también. 

Msgr. Juan Nicolau, Ph. D. STL. Sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville. Es psicoterapeuta familiar y consejero profesional con licencias.