Columnas > EL MENSAJE EN LA BOTELLA

Alas para volar

Ahora fue la Preparatoria Francisco J. Múgica la que me invitó a dar una plática para sus alumnos del último grado. Me centré para esta charla en el hecho de que, en un plazo relativamente corto, ellos deberán alzar su propio vuelo, y para ello necesitarán alas, alas para volar. Y utilizando las letras de esa palabra como un acróstico, les compartí 4 cosas que les ayudarán a tener alas fuertes que realmente los ayuden a elevarse en la vida.

1.- Autoestima. 

Alas para volar

Tiene que ver con aquellas cosas que sentimos cuando nos miramos al espejo. Les mostré esa imagen que circula en internet de un gatito que, ante un espejo, ve su imagen reflejada como la de un león. El problema, les dije, es que a veces es al revés, a veces eres un león y te ves a ti mismo como un gatito, pequeñito, insignificante, enanito. Es importante que seamos conscientes del valor que tenemos como personas, que es muy independiente de nuestro físico o cualquier otro aspecto exterior. Al respecto, les compartí esto que siempre enseño cuando hablo de este tema: “Tienes el cuerpo perfecto que necesitas para cumplir tu misión en esta vida; la tarea es encontrar cuál es esa misión”. Y les mostré algunos ejemplos de personas reales que, con cuerpos aparentemente limitados, están cumpliendo maravillosamente su misión.

2.- Liderazgo.

Simbólicamente (les expliqué) al momento de nacer todos fuimos puestos al frente del timón de una nave, que es nuestra propia vida. El verdadero liderazgo empieza cuando tomas la decisión de ser tú, y nadie más, quien vaya llevando el rumbo de ese timón. A veces le cedemos ese timón a alguien más (amigos, novios…) o a algo más (miedos, vicios, ambiciones desmedidas…). Les hablé de varias cosas que incluye el liderazgo (“tirarle” a ser el mejor, vencer los “No puedos”, etc…) y les mencioné que, así como decía Miguel Ángel, ese gran escultor italiano, cuando le preguntaban cómo hacía para esculpir obras tan perfectas, él decía: “La imagen ya está ahí dentro, yo solamente le quito lo que le sobra”; de igual manera, el líder ya está ahí, dentro de ellos, solamente hay que quitarle “lo que le sobra” (malos hábitos, pensamientos de fracaso, etc.), y entonces el líder emergerá solito.

3.- Autodirección / motivación. 

Hace tiempo vi una imagen en donde se ven unos peldaños y, en cada uno de ellos, los diferentes tipos de empleados que puede haber, empezando con los menos productivos en la parte más baja. En la parte superior aparecían los mejores empleados, aquellos que son auto dirigidos y auto motivados. Así que, ya sea que opten por trabajar en una empresa o emprender su propio negocio, sean personas auto dirigidas, con objetivos claros y bien definidos, que no tengan que estar esperando a que alguien venga y les diga lo que tienen que hacer, y personas auto motivadas, que el “gas” que los mueva no sea el cheque de nómina o alguna cosa externa, sino que ese gas provenga de su interior, de un entusiasmo que los haga “brincar” de la cama todos los días para hacer aquello que los apasiona. 

4.- Sueños.

Como alguien comentó, “En cuestión de sueños, pocos se cumplen, la mayoría se roncan”. Analizamos aquí la importancia de no solo soñar, sino ACTUAR  para alcanzar esos sueños. Reflexionamos sobre la verdad que existe tras algunas frases de conocidos personajes. “Si puedes soñarlo, puedes realizarlo” (Walt Disney). “Todos vivimos en sueños, pero la diferencia entre la gente es que unos viven en sueños propios, mientras que la amplia mayoría vive en los sueños de los demás” (Herman Hesse). “Por cada hora de sueños, deben venir cuando menos veinte horas de trabajo” (Baden Powell). 

Como dije a los muchachos, el título de esa conferencia (y de este mensaje) podría parecer un pleonasmo. ¿Qué, no todas las alas son para volar? Pues no. La invitación que les dejé a ellos (y que les dejo a ustedes) es que utilicen realmente sus alas para volar, que se conviertan en águilas, que saben volar muy alto (ser personas con metas elevadas, nobles objetivos,  grandes sueños, y el deseo fuerte de dejar una huella positiva de su paso por este mundo), y que no vayan por la vida convertidos en guajolotes, que solo tienen sus alas de adorno, y se conforman con vivir a ras del suelo (personas que lejos de vivir, se limitan a sobrevivir), pues hay una diferencia muy grande entre vivir de un modo o de otro. Pero esa decisión, a cada quien le corresponde tomarla.