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La estuve observando un rato desde mi oficina en la universidad. Se acercaba con un maestro, abría una bolsita de papel que traía, sacaba algo de ahí y se lo daba al maestro(a). Intercambiaban algunas palabras y ellos le daban las gracias. Finalmente llegó a mi oficina, abrió su bolsita de papel y me dijo que me quería regalar algo. Al ver lo que era, se me enterneció el corazón y casi se me lloraron los ojos. Lo que Valeria nos estaba obsequiando era una hermosa calcomanía que contenía todo lo que representaba a su recientemente fallecido novio: Una “A” de Argenis; el número 29, que él portaba en su camiseta del equipo y día del cumpleaños de su madre con quien ahora está, y la silueta de una fotografía de Argenis como portero en vuelo deteniendo un balón, la posición y el deporte que le apasionaban.

En la película llamada “La Cabaña” se narra el proceso que vive un hombre con un corazón atormentado por una terrible tragedia en la que su pequeña y encantadora hija de 5 años perdió la vida. Este hombre, que vivía envenenado por la culpa y el rencor, de manera misteriosa, es invitado a visitar la cabaña en donde su hija fue cruelmente privada de la vida. Ahí convive durante un fin de semana con los miembros de la trinidad, quienes le ayudan a procesar su dolor y a aliviar su corazón. Entre las muchas enseñanzas que estos personajes le dan, hay una en la que el Padre le dice a este hombre: “Yo puedo crear grandes cosas de una tragedia, pero eso no significa que yo las maquine”, haciéndole ver que, mientras el mal exista en el mundo y los hombres tengan albedrío, va a haber muchas cosas tristes y dolorosas que él no va a poder evitar. Lo que sí puede hacer es tomar esas experiencias y ayudarnos a convertirlas en algo positivo para nuestras vidas, a través del bálsamo del perdón y el amor.

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Me parece vislumbrar que la tragedia en la que Argenis perdió la vida también nos está dejando algo positivo. Más sensibilidad, más aprecio por la vida, más agradecimiento por las personas con las que nos toca viajar en este trayecto. Y en la medida en que tratemos de comprender, le demos entrada a Dios en nuestras vidas y no lo culpemos por la tragedia, estoy seguro que esta experiencia nos enriquecerá aún más.

Me gustan mucho los acrósticos, y después de recibir el bello regalo de Valeria, estuve pensando en alguna oración que reflejara el legado de Argenis, utilizando las letras de su nombre. Pienso que podría ser esta: Amar Reynosa, Goleando En Nuestros Ideales Soñados.

Argenis amó a Reynosa. Aquí nació, aquí creció, aquí estudió, aquí se enamoró, y todo eso seguramente le debe haber proporcionado algunas de sus experiencias más felices. Para él como futbolista, “golear” significaría anotar el tanto, obtener el logro, conseguir aquello por lo que se lucha, y él lo hizo, luchó por sus ideales y sus sueños y les fue fiel, se mantuvo siempre firme en trabajar por aquello que anhelaba, hasta el último día de su vida.

Así que si “todos somos Argenis”, como mucho se dijo en las redes, creo que una buena manera de honrar su memoria sería vivir y transmitir ese mismo legado: Amar a nuestra ciudad, tan necesitada de gente dispuesta a luchar por mejorarla.

Si todos somos Argenis, luchemos por alcanzar nuestros más nobles sueños e ideales, no deteniéndonos hasta haberlos alcanzado, hasta haber metido el gol, porque cada sueño que se alcanza representa un pedacito de cielo que se trae para compartir aquí en la tierra.

Creo que Argenis, allá desde donde está, en compañía de su madre, se regocijará por cada persona que, inspirada por el legado que él dejó, luche por mejorar su propia vida y por mejorar el suelo que lo vio nacer. Felizmente, algún día volveremos a verlo y le podremos dar un gran abrazo, diciéndole: “Gracias por el legado que nos diste”, y él seguramente nos dirá: “Gracias por hacerlo tuyo y por ponerlo en práctica”. Ese día, seguramente no habrá duda de que la tragedia se tornó en bendición.

Y para ella, la chica que mencioné al principio, bueno, para ella, seguramente habrá un abrazo mucho muy especial.

jesus_tarrega@yahoo.com.mx

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