‘Lo más difícil es pagar los servicios’
Cambiar la condición de pobreza se hace cada vez más complicado
Cuando existe la pobreza, una tarjeta de cumpleaños con la leyenda “Te amo Mamita…. Cumpleaños de Mamá”, escrita a colores en una hoja de cuaderno con algunos corazones, son el mejor regalo en un año más de vida.
Sin embargo, sus tres hijos (dos niñas y un niño) y la fe en Dios la mantienen de pie luchando y buscando para mejorar su vida y la de sus pequeños hijos.
Su condición le ha arrebatado a ella y a sus hijos un hogar cálido y confortable, y hoy viven en una pequeña vivienda de la caridad de algunas personas.
Al interior de su casa se carece de todo y es la actitud de salir adelante la que la mantiene optimista que esto cambiará, pues no tiene refrigerador, estufa, lavadora y sólo mantiene como alacena unas vigas de madera, dos quemadores, mientras que una hielera y un tallador son las herramientas acondicionadas para lavar la ropa.
Hoy por hoy, la mayoría de sus bienes han sido donados por parte de personas que le apoyan así como de quienes agradece que también se ayudan con algunos alimentos cuando más difícil están las cosas.
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PANORAMA DESOLADOR
Para quienes no cuentan con un empleo estable y un ingreso permanente se hace complicada la vida, es por ello que la carestía de los productos de la canasta básica y los aumentos en las tarifas de servicios, son más drásticos para su economía.
La señora Leticia se ha convertido en un número más de la estadística de personas que no tienen un empleo y ello ha disminuido en las condiciones al interior de su pequeña vivienda de madera al interior de la colonia Vicente Guerrero ubicada al sur oriente de la ciudad.
Unas paredes de madera sostienen tres pequeños cuartos, un techo construido de diferentes materiales e incluso con filtraciones de agua que son evidentes a simple vista.
Su pequeña casa al fondo del terreno y casi sin pintura ha sido su hogar por los últimos años, en un terreno prestado, donde la construcción de la vivienda ha sido producto de la caridad y de la donación de materiales.
En su condición Leticia realiza trabajos de limpieza en casa y atesora aquellas cosas que le puedan donar para poder vivir mejor al lado de sus hijos.
LÁGRIMAS DE UNA MADRE
“No es sencillo encontrar trabajo, a mi edad es difícil, trabajo dos o tres días por semana en la limpieza de casas, pero no es suficiente para cubrir todas las necesidades de mis hijos”.
Con lagrimas en los ojos y acongojada de su realidad, dijo: “Quiero que mis hijos puedan vivir mejor, quiero que vayan a la escuela y es difícil cuando no alcanza ni para comer”.
Madre soltera y con tres hijos se mantiene de pie todos los días para seguir luchando por su familia contando siempre con el apoyo de su padre, quien la mantiene fuerte, pese a todos los obstáculos que a diario se tienen.
Con tristeza en sus ojos, dijo que un día normal, sólo para darle de comer a sus hijos, retrasa el almuerzo, sobre todo cuando ya se acabó lo más elemental en la despensa.
“Unas miguitas con huevo en la comida y para la comida una sopa bien calduda para que alcance y para la noche…pues Dios dirá”, agregó con tristeza.
Compartió que recientemente mientras quería hacer unas gorditas para sus hijos, se acabó el gas, y buscó troncos de árbol y maderas para hacer una leña y terminar de hacer de comer para no acostarse así.
PREOCUPA
“La vida es bastante difícil y ahorita lo más difícil es pagar los servicios, se acabó el gas y tenemos que hacer un fogón afuera, para darles de comer a mis hijos”, comentó.
“Con 50 pesos le pongo gas, pero si se acaba y no hay para más, así nos quedamos hasta que podamos nuevamente comprar.
“Que lleguen los pagos y no haya dinero es lo más preocupante, y ahorita mi hija mayor no la pude inscribir porque no tengo para inscripción ni uniformes”, señaló.
“Mi hija pequeña necesita juego de geometría y diccionario, está en cuarto año y la maestra es estricta, pero yo no tengo dinero para comprarle todo”, expresó.
“Escuchar que todo está más caro, que la luz subió y que el huevo está más caro, eso es preocupante, ahora qué voy a hacer sin un trabajo”, dijo en tono preocupante.
UNA ESTUFA
“Lo único que yo le pido a Dios es tener un trabajo para darles de comer a mis hijos, vienen tiempos difíciles y por lo menos contar con una estufa me podrá ayudar a hacer empanadas y venderlas en la colonia.
“Una estufa podría ser una herramienta que me permitiría poder ganar algo de dinero y darle a mis hijos lo que necesitan”, aseguró.
“Es por ello que día a día busco poder no sólo dar de comer a mis hijos, también contar con un trabajo y buscar alternativas que puedan llevar a obtener bienes que puedan facilitar la vida de mis hijos.
Solidaridad
>Para quienes tienen, el valor de la solidaridad es mayor y ante la adversidad de quienes menos tienen, donde la unidad permite llenar de alegría el corazón de una familia.
>Es por ello que quienes quieran sumarse en apoyo a la familia podrán hacerlo en su hogar, ubicado en la calle Crispín Mainero # 45 de la colonia Vicente Guerrero en esta ciudad.