Las misiones para inhibir el SARS-CoV-2
Hace unos días, investigadores de la Universidad de Ginebra, Suiza, dieron a conocer que descubrieron un compuesto químico que podría funcionar como un inhibidor
Mientras la humanidad sigue en busca de un tratamiento efectivo o una vacuna capaz de erradicar al Covid-19 del ser humano, otras investigaciones siguen tomando su ritmo para frenar la enfermedad desde el coronavirus, buscando evitar que el SARS-CoV-2 se replique en las células.
Y es que el mundo está en uno de los momentos más complicados, luego que se ha cumplido un año desde el primer caso de contagio, ubicado en Wuhan, China, y hasta el momento se han registrado más de 60 millones de contagios en todo el mundo.
Hace unos días, investigadores de la Universidad de Ginebra, Suiza, dieron a conocer que descubrieron un compuesto químico que podría funcionar como un inhibidor cuando el virus entra a las células.
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Usando un tipo de nanomaterial llamado oligocalcogenuros se intentó detectar otro tipo de inhibidores más confiables. Así, los epiditiodicetopiperazinas, benzopolisulfanos, péptidos, sulfonas heteroarompaticas y tiosulfonatos fueron parte de los compuestos químicos que son más potentes que el reactivo Ellman, el cual era considerado el único inhibidor del Covid-19.
A finales de octubre se dio a conocer también que una joven estudiante descubrió una molécula que podría unirse al nuevo coronavirus e inhibir su capacidad infecciosa.
Se trata del trabajo que realizó Anika Chebrolu, de la secundaria de Frisco, Texas, quien se dedicó a estudiar la corona que rodea a este virus, especialmente una proteína que ha recibido el nombre de Spike (S).
¿Qué es la proteína Spike?
La proteína Spike ha sido una de las más mencionadas en las investigaciones y es que ésta se une a los receptores de nuestras células para infectarlas y reproducirse, lo cual la vuelve un objetivo de los expertos.
La proteína spike es un trímero de unos mil 200 aminoácidos y su conformación estructural lo hace especialmente accesible al receptor ACE2.
Chebrolu identificó a través de su investigación in-silico (es decir de simulaciones por computadora) a la molécula que puede unirse a la proteína S y es capaz de cambiar su forma y función.
Uno de los medicamentos que se ha usado con el fin de inhibir el SARS-CoV-2 es el remdesivir, conocido porque es capaz de inhibir una enzima que los virus se multipliquen.
Ali Mirazimi, del Karolinska Institutet de Suecia, ha usado esta misma sustancia en sus investigaciones, así como el hrsACE2 que también busca tener un efecto inhibitorio luego que es una variante genéticamente modificada de ACE2, evitando así que se adhiera al receptor ACE2.
El Laboratorio Nacional de Oak Ridge también ha tenido esta intención de bloquear el coronavirus, pero lo ha hecho con la intención de usar medicamentos ya existentes para otras enfermedades, como la hepatitis C.
"Lo que nos encontramos es que los medicamentos contra la hepatitis C se unen e inhiben la proteasa del coronavirus. Este es un primer paso importante para determinar si estos medicamentos deben considerarse como posibles candidatos de reutilización para tratar el Covid-19", dijo Daniel Kneller sobre su investogación que ha usado fármacos como leupeptina, el telaprevir, el narlaprevir y el bocerevir.
Esfuerzo mexicano contra el Covid-19
El nombre de Mónica Olvera de la Cruz fue uno de los primeros en sonar a nivel internacional luego que el equipo de investigación que lideró descubrió un método para debilitar la infección del Covid-19.
Los investigadores de la Universidad de Northwestern hallaron que la proteína "S" cuenta con un sitio conocido bajo el nombre de "sitio de escisión polibásico", característico por su carga positiva, el cual logra una fuerte unión con las células de nuestro cuerpo que a su vez están cargadas negativamente.
A partir de este resultado los investigadores se dieron a la tarea de diseñar una molécula cargada negativamente para unirse al sitio de unión cargado positivamente, para de esta forma producir un bloqueo del sitio, impidiendo así que el virus se una a la célula huésped.
A todas estas investigaciones se suma la que realiza el investigador Juan Vázquez Martínez, catedrático del Tecnológico Nacional de México Campus Irapuato, pues está estudiando las propiedades antivirales de la pimienta negra.
Su trabajo ayudó también a identificar nuevas formas por las cuales las piperamidas son recibidas por el cuerpo humano al detectar que tiene potencial para unirse a la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2), que se encuentra en las células epiteliales de los pulmones e intestinos y que están involucradas en el proceso de infección del coronavirus.