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La revuelta de la frontera

La población indígena del río Bravo encabezó un levantamiento en pos de la independencia en 1812, mejor conocido como ‘de los carrizos y garzas’

La historia de la Indepen-dencia de México en la frontera norte, inicia a principios de 1811, cuando la mayor parte de la población en Coahuila, el Nuevo Reino de León y del río Bravo en el Nuevo Santander dieron el apoyo a Mariano Jiménez en Monterrey y a la columna insurgente en Saltillo, pero esto cambió el 21 de marzo con la captura de los principales jefes, incluyendo a Hidalgo y Allende, por Ignacio Elizondo en Acatita de Baján, cerca de Monclova.

precursor. Gutiérrez de Lara, comandante en jefe del “Ejército Republicano del Norte”.La revueltade la frontera

Una segunda etapa de la insurgencia resurgió por parte de la población indígena del río Bravo en 1812. El levantamiento mejor conocido es el del  3 abril de ese año, de los carrizos y garzas en la Villa de Camargo encabezado por Julián Canales. Este fue apoyado por caudillos de la región y otros que se habían desbalagado de la columna de Allende el año anterior.  

Todos los grupos indígenas cazadores y recolectores del río Bravo, entre Laredo y la desembocadura del río, se  sumaron  a  la causa insurgente, contraponiéndose  a la autoridad colonial, difundiendo la propaganda subversiva, peleando a lado de los rebeldes y otras veces por su propia cuenta. La insurgencia pronto irradiaría desde el norte.

Insurgencia desde Texas

Previo al primer desenlace insurgente en Baján, José Bernardo Maximiliano Gutiérrez de Lara en la hacienda de Santa María, a las afueras de Saltillo, presentó a Allende un carta de Jiménez recibida por su  hermano José Antonio. Bernardo tomó el cargo de coronel y fue comisionado como plenipotenciario por los insurgentes para pedir ayuda en los Estados Unidos.

EU ACECHABA

Después de un escape abrupto desde su hogar en Revilla (antiguo Guerrero) a finales de julio de 1811, llegó a la frontera entre Texas y la Luisiana. En un viaje de ida y vuelta de cinco meses entre Washington y Nachitoches (Luisiana), Bernardo logró el apoyo solapado del secretario de estado James Monroe y del gobernador de la Luisiana, William C. C. Claiborne.

El “Ejército Republicano del Norte,” como se conoció al grupo comandado por Gutiérrez de Lara y un grupo de oficiales anglosajones, tomó sin oposición el puesto fronterizo de Nocogdoches en Texas. Este cuerpo, formado por  800 reclutas americanos y mexicanos, fue sitiado por  el gobernador de Texas, Manuel Salcedo, durante cuatro meses en el presidio de la Bahía del Espíritu Santo (Goliad, Texas), desde noviembre de 1812 hasta febrero de 1813.

El gobernador de Texas al no recibir apoyo de los gobernadores de las provincias del Nuevo Santander, Nuevo Reino de León y Coahuila, se vio  obligado a retirar sus tropas hacia Bejar (San Antonio, Texas) donde fue derrotado en la batalla del Rosillo y forzado a capitular. Manuel Salcedo y Simón Herrera (ex gobernador del Nuevo Reino de León) junto con otros 15 colaboradores fueron degollados por una facción del ejército que pretendía el desprestigio de Gutiérrez de Lara. Este último crea una junta gubernativa en San Antonio, haciendo la primera declaración de independencia y la primera Constitución novohispana que se conoce en México.   

HASTA SAN ANTONIO

El 6 de abril de 1813, el mismo día que se implantaba la junta gubernativa, se le une en Bejar una pequeña columna comandada por Antonio Baca compuesta por 10 insurgentes de Felipe Garibay; 20 rebeldes del norte de Nuevo Santander y la Bahía de Juan Ceballos; 40 desertores milicianos del  destacamento de Aguayo del capitán José  Antonio Guerra; 30 soldados desertores de la guarnición de Mier y Revilla.    En esta columna venía como oficial el insurgente José María García Salinas (el Cantareño). Algunos participaron en las batallas a lo largo del Río Bravo en los meses siguientes. Los milicianos de Aguayo, Mier y Revilla combatieron con el ejército de Gutiérrez de Lara derrotando a  las tropas de Ignacio Elizondo en la batalla del Alazán, cerca de San Antonio en Texas.

 El cubano Álvarez de Toledo sustituyó a Gutiérrez de Lara como comandante en jefe del ejército aprovechando una intriga creada sobre su actitud cambiante contra la intervención de Estados Unidos, después de la toma de Bejar. El 18 de Agosto de 1813, el “Ejército Republicano del Norte” con mil 400 soldados y más de 600 indígenas al mando de Toledo  sería desintegrado en la batalla del “Encinar del río Medina” por las tropas del estratega militar realista, Joaquín de Arredondo, dejando una estela de aproximadamente mil rebeldes muertos entre mexicanos y angloamericanos. Estos últimos pertenecían a los batallones Voluntarios de Madison y Voluntarios de Washington.

Arredondo terminó con la insurrección de Texas, su asignación original por el Virrey Venegas, dos años y medio de su desembarco en Altamira en el Nuevo Santander.

*Antropólogo. Cronista del Municipio de Reynosa

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 Días de independencia. Un mapa de México de principios del siglo XIX.



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