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La lucha contra la covid-19 en África que llega a través del móvil

'Startups' de diferentes sectores se han comprometido para ofrecer soluciones a las situaciones de confinamiento o a la expansión del virus

Las empresas innovadoras del continente africano han desarrollado una capacidad especial de adaptación. Aunque la llegada de inversiones aumenta considerablemente cada año, este sector ha tenido que lidiar, tradicionalmente, con recursos limitados y escasos. Por ello, los emprendedores están acostumbrados a ofrecer soluciones novedosas e imaginativas a las necesidades cotidianas en forma de respuestas eficaces, prácticas y adaptadas a las particularidades locales.

La lucha contra la covid-19 en África que llega a través del móvil

En esas condiciones, las startups han impulsado un amplio abanico de iniciativas que participan directamente en la lucha contra la pandemia. El sector de la telemedicina es, sin duda, el más recurrente, pero espacios como el de la educación online, el dinero móvil, el comercio digital de proximidad y hasta el de los drones se prestan a mostrar estas soluciones creativas.

Las reacciones más tempranas y más extendidas han venido de las empresas que trabajan en el mundo de la salud y las TIC y han permitido que las plataformas web y las aplicaciones móviles de autodiagnóstico se extiendan por todo el continente, en muchos casos, gracias a la alianza de las autoridades con los emprendedores. En general, estas iniciativas pretenden descongestionar los teléfonos de atención y, sobre todo, los centros sanitarios, realizando un primer diagnóstico orientativo a través de preguntas sobre el estado de salud. Las funcionalidades de cada una de ellas son diferentes. Algunas ofrecen simplemente el formulario, como la puesta en marcha en Chad, mientras que otras como la marfileña Anticoro, incorpora el test junto a los consejos básicos y permite el contacto a través de una aplicación, de la propia plataforma web, de un bot de Messenger o de un chatbot de WhatsApp.

Esta última vía, ha sido explorada con mucho éxito por Praekelt en un desarrollo para el Ministerio de Sanidad de Sudáfrica para transmitir información sobre la enfermedad bautizado como Covid-19 HealthAlert. Ha sido un canal de comunicación tan eficiente que la propia OMS ha dado apoyo al proyecto para que pueda servir más allá del país de África Austral, incorporando diversos idiomas, incluído el español. Esa cuestión de la diversidad lingüística ha sido importante también en algunas de estas herramientas, como la que muy temprano puso en línea de manera gratuita la empresa de telemedicina nigeriana Wellvis, que además de en inglés y francés, permitía acceder en las tres lenguas nacionales más extendidas en el país hausa, igbo y yoruba.

En una de las derivadas de las cuestiones sanitarias, varias iniciativas han intentado favorecer el “seguimiento” de personas, sobre todo, de aquellas a las que se les habían prescrito cuarentenas o confinamientos. Sin embargo, la mayor parte de estos intentos han tenido dificultades para justificar su funcionamiento desde perspectivas éticas o, incluso, legales. Una de ellas sí que ha llamado la atención, porque se trata de una aplicación móvil desarrollada desde un fab lab keniano, que pretende identificar a personas que hayan podido estar expuestas en los transportes públicos al contacto con otras que hayan desarrollado la enfermedad. De momento, su alcance se limita al condado keniano de Kisumu, donde se encuentra el espacio de innovación.

Con otro enfoque, pero en el terreno de la salud, la empresa sudafricana epione.net ha reconvertido su actividad para ofrecer respuestas. La compañía se dedicaba a coordinar contactos entre médicos de atención primaria y cirujanos. Ahora aprovechan sus redes para transmitir información de sensibilización, para recoger información de pacientes y gestionar los datos resultantes de esos contactos con el objetivo de ayudar al diseño de la reacción sanitaria. También se han reinventado los impulsores de LifeBank una empresa que se dedicaban a distribuir sangre entre los hospitales de Nigeria. Ahora han hecho una base de datos de recursos médicos, como la disponibilidad camas de UCI con respiradores. Con esa información intentan favorecer la optimización de los recursos, por ejemplo, coordinando la reparación de los equipos estropeados.

Aprender con las escuelas cerradas

Las plataformas de enseñanza también se han implicado en la búsqueda de soluciones digitales a la situación de estancamiento que ha producido la epidemia. eLimu, una reconocida plataforma keniana de apoyo on line al aprendizaje ha querido abrir una parte de sus contenidos a través de su web mientras los colegios del país continúen cerrados. Además los encargados del portal han expresado su voluntad de negociar con los operadores de Internet condiciones gratuitas de acceso a sus materiales y becas para que el resto de sus productos sean accesibles a más escolares.

Por su parte, la compañía nigeriana uLessons que ofrece contenidos educativos a través de una aplicación móvil, también ha adaptado su oferta y ha buscado fórmulas para reducir su coste, de manera que sea más accesible durante el confinamiento y el cierre de las escuelas. Eneza Education es una compañía keniana que opera en varios países africanos y cuya especialidad es ofrecer materiales de apoyo escolares a alumnos de educación primaria y secundaria, pero con la particularidad de que lo hace a través de teléfonos básicos. Desde el 2 de abril ha llegado a un acuerdo con la principal operadora telefónica de Kenia para que el acceso a su plataforma Shupavu291 de contenidos de apoyo escolar sea gratuito, al menos, durante dos meses.

Evitar el dinero de mano en mano

El uso del dinero móvil y de las formas de pago sin intercambio físico se ha planteado como una herramienta de lucha contra la expansión del virus y, por ello, se han producido importantes movimientos en un sector que casi es una seña de identidad tecnológica del continente africano. De hecho M-Pesa, el buque insignia keniano del dinero móvil, fue de los primeros en hacer movimientos. Animado por el gobierno del país, suprimió las comisiones de las transacciones y modificó las cantidades mínimas que se podían pagar con su plataforma, para que los ciudadanos de a pie pudiesen, incluso, pagar el matatu, el transporte colectivo más popular de Nairobi. Otras compañías tomaron medidas similares, algunas de manera voluntaria y otras por indicación de las autoridades. El Banco Central de Ghana, por ejemplo, ordenó la supresión de comisiones en pequeñas transacción y aligeró las condiciones para tener un cuenta de dinero móvil, para reducir las trabas.

Pero, más allá de los gigantes del sector, otras iniciativas más modestas de fintech, también han demostrado su capacidad de adaptación y su voluntad de ser una herramienta de lucha contra la epidemia. La sudafricana Yoco, una empresa dedicada a diseñar soluciones de pagos por medios remotos para pequeños negocios, ha desplegado toda una guía en la que ofrece alternativas para los pagos sin contacto y otros mecanismos que evitan el intercambio físico de moneda. La compañía nigeriana de pagos móviles Paga también ha tomado medidas como la eliminación de comisiones en muchas de las transacciones para usuarios individuales y la reducción en el caso de empresas.

Comercio de proximidad

En el contexto del confinamiento total decretado por algunos de los gobiernos africanos, las iniciativas de uso de las TIC para el comercio se han hecho fundamentales. Mientras el gigante del comercio digital africano, Jumia, se erigía como filántropo del continente, otras iniciativas más pequeñas intentaban favorecer el comercio de proximidad. Jumia adoptó un paquete de medidas que iban desde el acopio de material sanitario y de protección en sus canales de distribución para entregarlo a diferentes gobiernos africanos, hasta el ofrecimiento de su red más capilar de entrega para la distribución de mascarillas, medicamentos u otros productos básicos. Por otra parte, una pequeña plataforma ugandesa Market Garden que impulsa compras en los mercados locales a través de una aplicación ofrecía entregas gratuitas, también para apoyar a los comerciantes y productores más modestos a mantener su actividad. La sudafricana OneCart que se dedica a la venta de comestible on line anunciaba, igualmente, algunas medidas para sobrellevar el confinamiento, tanto para los clientes como para los comerciantes y los repartidores.

Animando las soluciones imaginativas

El hecho es que diferentes actores se han lanzado a convocar hackatons y “competiciones” similares para buscar estas soluciones imaginativas y darles apoyo en su materialización. El portal digital sudafricano de ofertas de empleos tecnológicos, OfferZen, lanzó una discreta llamada y se vio completamente desbordado. Así que acabó convirtiendo su convocatoria en un amplio grupo de voluntarios que proponían soluciones desde sus diferentes especialidades. La iniciativa se ha convertido un un proyecto auspiciado por el propio gobierno sudafricano, conocido como el Proyecto Desbloqueo. El gobierno ghanés también está detrás de un desafío bautizado como SLI-Covid19 (Scaling Local Innovation). Canalizado a través del Ghana Tech Lab, busca seis proyectos que puedan materializarse y que supongan una respuesta a la epidemia desde la innovación local, como su propio nombre indica.

Por su parte, Zindi, una startup sudafricana, que ofrece soluciones basada en la gestión de datos, lanzó entre su comunidad un desafío para buscar modelos predictivos de la posible expansión de la epidemia que permitiese adoptar medidas eficientes y ha continuado proponiendo retos sobre cuestiones más puntuales. Incluso la delegación africana de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha convocado un hackathon para buscar iniciativas africanas que ofrezcan respuestas imaginativas para la lucha contra la covid-19.



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