Integran alumnos especiales

Los principales puntos para que una escuela integradora reciba a niños con capacidades especiales son que puedan socializar, que respeten instrucciones, que controlen esfínteres y que no sean agresivos.

Anabel Mayela de la Cruz Arredondo, supervisora de la zona 8 de educación especial indicó que por ello, se debe trabajar en conjunto tanto maestros, directivos y padres de familia.

Manifestó que tan sólo en la zona que dirige se cuenta con mil alumnos con capacidades especiales, en 13 escuelas primarias y 5 secundarias integradoras.

Se tienen además tres centros de atención múltiple, dos básicos y uno laboral.

“Se debe cuidar mucho que respete instrucciones, que sepa estar sentado, que sepa que hay un timbre, todas estas situaciones que para nosotros son cotidianas, para niños con capacidades especiales son difíciles”.

Otro de los puntos importantes comentó, es que estos alumnos tengan un seguimiento médico a fin de que no abandone sus tratamientos.

“Si es un tipo de discapacidad que tenga un neurólogo o neuropediatra que la mamá tenga ese gran compromiso que va a darle seguimiento. No por el hecho de que está en una escuela regular significa que no tiene discapacidad”.

Explicó que para que un plantel educativo se convierta en escuela integradora debe haber un trabajo previo de sensibilización.

“Tanto con la directora como con el personal docente para saber si quieren ser escuelas integradoras, porque se tiene que hacer un trabajo sobre todo de adecuaciones curriculares, no se le puede evaluar o trabajar a los niños con capacidades especiales de la misma manera que al resto del grupo”.

Destacó que los maestros en su curricula de la normal básica y de los maestros de educación física llevan una materia que se llama necesidades educativas especiales.

“Todo maestro que ya tiene una licenciatura en educación sabe trabajar con esos niños porque llevó esa materia, tiene conocimiento general”.

Externó que uno de los compromisos de los padres de familia es que si su hijo, toma algún medicamento en horario de clases, está obligado a proporcionarselo, pues los maestros no están autorizados para hacerlo.

“En la escuela los maestros no está autorizados para medicarlos, ni los maestros de educación especial, los únicos son los pediatras, neuro pediatras y los papás deben darles este medicamento”.

PREPARADOS

Actualmente los maestros para niños con capacidades especiales se encuentran preparados para brindar atención desde lenguaje, deficiencia intelectual y para ciegos.

“Ya tiene mucho tiempo que no están separados los tipos de discapacidad, antes había maestros de lenguaje, de deficiencia intelectual, para ciegos ahorita con todo lo que es la integración e inclusión se ve como un todo”.

Una maestra de educación especial dijo, debe ser especialista y conocer todas las áreas para atender a los alumnos.

“Por eso tal vez es la confusión de que digan que no hay maestras de comunicación. De hecho los maestros de educación regular llevan una materia que se le llama integración educativa y desde hace varios años todos llevan esto en su curricula para saber atender estos casos”.

Indicó que en la zona escolar manejan 70 maestros de los cuales el 60 por ciento cubren el perfil.

“Manejamos mil alumnos con discapacidad, el porcentaje de niños sordos debe ser un 20 por ciento, la mayor discapacidad es intelectual”.

Indicó que se requieren maestros ya que no tienen mucha cobertura pues son contadas las escuelas primarias o secundaria integradoras.

Enseñan a hablar con las manos

 Luis Orlando Sánchez

Buscan insertar a personas con debilidad auditiva y sordera en actividades cotidianas y laborales

Hace varios años, surgió en Reynosa un grupo cuyo objetivo era alfabetizar a niños y jóvenes con problemas auditivos.

Hoy en día, Instituto Misión Isaías 55, se ha convertido en un apoyo para todas aquellas personas con debilidad auditiva y sordera.

Erin Knobmoch, coordinadora del Instituto, aseveró que el objetivo principal era integrar a este sector de la población a la sociedad, por medio del estudio e integrándolos a las actividades cotidianas, tanto laborales como profesionales.

La entrevistada manifestó que las clases que se brindan es lenguaje de señas y en español, “Es decir, es una educación bilingüe, porque la gran mayoría de los niños que llegan no tienen lenguaje”.

“A veces llegan niños con el fin de empezar de nuevo, aunque muchas veces lo que hacemos con los niños de 13, 14 años es un repaso de primaria con ellos, para que aprendan lo que debieron haber aprendido en un principio, aunque el lenguaje es algo muy difícil”, indicó

Para ello, se han coordinado con el Instituto Tamaulipeco para la Educación de los Adultos (Itea) para la expedición de certificados preescolar hasta secundaria.

“También tenemos un convenio para los niños que están estudiando la preparatoria y tenemos también alumnos que estudian en la Universidad Tecnológica de Tamaulipas Norte (UTTN)”, indicó.

Por otra parte, y como una forma de integrarlos al campo laboral, el Instituto cuenta con un centro de oficio donde se capacita a los jóvenes en algún oficio.

“Ahí estamos impartiendo cursos de corte y confección, soldadura y carpintería a los jóvenes y adultos sordos”, indicó.

Actualmente, Misión Isaías da atención a 45 niños, sin contar a los que están en la universidad, dijo la coordinadora Erin Knobmoch.

De esta manera, continuarán trabajando para apoyar a toda aquella personas que cuente con problemas auditivos, pero sobre todo integrándolas a la sociedad.

“Nos interesa que estén integrados a sus familias, a su comunidad, que sean productivos y sobre todo personas espirituales. A pesar de que aprenden bien las señas y que están en el mundo real,  ha sido difícil,  por lo que estamos trabajando en la difusión del lenguaje de