Es muy afortunado
Adrián Uribe cuenta cómo superó la enfermedad que casi lo mata
Adrián Uribe se dice afortunado a tres años de superar los problemas de salud de los que pensó que no saldría.
“Cambió todo, hasta mi manera de relacionarme, mi día a día; es cuando te das cuenta qué es lo importante en la vida que es tu núcleo familiar”, dijo.
AGRADECIDO CON DIOS
El actor y comediante señaló que salió adelante gracias a Dios, pero también a la unión de su familia porque cuando estuvo hospitalizado estaba solo a nivel pareja, pero con su madre, hermanos, amigos e hijo.
“Me dijo el doctor ‘tuvo que ver tu actitud’. Siempre flui, siempre con la mejor actitud en el hospital. Me había ayudado que yo traía un proceso de terapia a nivel personal que fui trabajando y me dio una fortaleza”, relató.
Más de la sección
¿Cómo surgieron sus problemas de salud?
El actor relató que hace 15 años lo operaron de una hernia umbilical que se originó por las cargadas que hizo en el programa de televisión “Bailando por un sueño”, a raíz de ello le pusieron una malla que con los años su cuerpo rechazó.
NADA FÁCIL
Hace tres años, cuando comenzó con dolor en el estómago, se dieron cuenta que había hecho una fibrosis que envolvió al intestino y éste dejó de funcionar.
“De repente la vida te para, te pone un alto. Yo siempre he sido una persona sana, no he tenido una enfermedad, de repente un día voy al dentista, un dolor de estómago tremendo, amarillo, con ganas de vomitar, pensamos que era el apéndice”, recordó.
Entonces le hicieron una laparoscopia y dos días después comenzó con temperatura. Le hicieron una tomografía y resultó que tenía peritonitis, es decir, se le había perforado el intestino.
“La gente se muere porque te da septicemia, entonces o te operan o te mueres”, explicó.
“Me vuelven a operar en la misma semana, me abren, sacan el intestino y lo que hacen es que como si fuera llanta ponchada ven dónde está la ponchadura y te cosen”.
Desafortunadamente a los tres días tuvo otra perforación del intestino. Al final, en un lapso de dos semanas tuvo tres operaciones y terminaron por cortarle 30 centímetros de intestino delgado y estuvo 15 días en terapia intensiva. Hubo una noche que fue como un renacer, un 9 de mayo hace tres años, llevaba dos días de no dormir del miedo de no despertar.