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Entregan ayuda a damnificados

Llegan al Barrancón del Tío Blas a repartir paquetes alimenticios y kits de cocina

Paramédicos y voluntarios de la Cruz Roja Mexicana, llevan ayuda a damnificados por la tromba.Entregan ayuda a damnificados

San Fernando, Tam.- El Patronato de la Cruz Roja Mexicana entregó paquetes alimenticios y kits de cocina a familias damnificadas por la tromba que azotó hace una semana en esta localidad.

Paramédicos y voluntarios de la benemérita institución realizaron la entrega de los apoyos casa por casa en todos los sectores poblacionales del poblado pesquero El Barrancón de Tío Blas.

Bajo el lema “Ayudar Nos Mueve” los integrantes de la Cruz Roja Mexicana, recorrieron las calles de la comunidad pesquera para entregar personalmente la ayuda a las familias que resultaron afectadas por el fenómeno hidrometeorológico.

Esta comunidad fue una de las más afectadas por los fuertes vientos que traía la tromba que azotó el jueves de la semana pasada en esta localidad, al derribar viviendas completas y techos de lámina de casas habitación.

Afortunadamente este fenómeno natural dejó solo daños materiales, al resguardase en sitios seguros las familias que radican en esta comunidad pesquera.

 

RECIBEN MATERIALES

Por otro lado, familias afectadas por fenómeno hidrometeorológico que azotó en poblados pesqueros de esta localidad, recibieron diversos tipos de materiales para reparar sus casas habitación.

La ayuda fue canalizada a cada una de las familias damnificadas quienes recibieron paquetes de lámina galvanizada, barrotes de madera, clavos y fichas, entre otros apoyos.

Con estos materiales sus moradores, iniciaron inmediatamente la rehabilitación los techos de sus viviendas que fueron derribados por los fuertes vientos.

Todos los materiales de construcción fueron distribuidos entre las familias damnificadas que tienen su residencia en los poblados pesqueros de El Barrancón del Tío Blas, Carbonera Sur, Carbajal y Punta de Piedra.

En estas comunidades pesqueras, el fenómeno hidrometeorológico que azotó el jueves de la semana pasada, derribo casas y techos de lámina al registrarse vientos de 90 kilómetros por hora y rachas de 140 kilómetros por hora.



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