El doble dolor de no poder despedirse
Por la pandemia, muchos familiares de fallecidos por Covid no podrán ir a los cementerios en países de AL; antes tuvieron que resistir sepelios con distancia de por medio
San José
El tormento humano continuará hoy con las restricciones generalizadas —excepto en Nicaragua— de asistencia a los cementerios por el Día de Muertos. Para el gobierno nicaragüense, que rechazó dictar cuarentena y medidas de distanciamiento o confinamiento social, nunca hubo anormalidad y tampoco habrá nueva normalidad.
En cinco diminutas naciones caribeñas: Dominica, Granada, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas y San Cristóbal y Nieves, existe otra situación excepcional: cero muertos por Covid-19, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins, el centro privado de educación superior de Estados Unidos que lleva el registro diario de la enfermedad.
Con datos de esa universidad, el número de decesos en las 28 naciones aumentó de 398 mil 61 (a las 11:15 horas del centro de México el pasado viernes) a 401 mil 538 (a las 9:35 del domingo).
Tras quedar inhibidos de acompañar a sus parientes hasta la morada final y de asistir a los sepelios de fallecidos por la pandemia, los deudos estarán sometidos a severas limitaciones para evitar una mayor propagación del Covid-19 en el tradicional rito del 2 de noviembre.
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La fecha se conmemora de múltiples formas en la zona, aunque sujeta prohibiciones en los camposantos de cada país. Por las medidas sanitarias, las tradiciones populares deberán ceder frente a las órdenes oficiales para prevenir contagios.
“Desde casa se puede obtener la indulgencia para los fieles difuntos”, sugirió el periódico Fides, de la Iglesia católica en Honduras, en su edición de ayer. En 2020, por la pandemia cambiarán “las modalidades hasta en las visitas a los cementerios”, aunque tampoco hay “impedimento para que los fieles católicos puedan conceder una indulgencia plenaria para quienes ya fallecieron, un hecho que normalmente se enmarca entre el 1 al 8 de noviembre”, agregó.
Por las limitaciones impuestas para evitar el contagio del virus, “no se podrá visitar los cementerios, pero es importante que quienes peregrinaron por aquí puedan recibir de nuestra parte oraciones de tal manera que nuestro Padre celestial pueda dar el indulto de sus culpas”, indicó.
En el caso de Ecuador, donde la población acostumbra visitar las necrópolis para ofrecer serenatas a sus muertos, el gobierno pidió cerrar los cementerios desde el 30 de octubre y hasta mañana por los peligros de las aglomeraciones. En varios sectores el cierre empezó el 24 de octubre y terminará el 4 de este mes.
Paraguay estableció un novedoso mecanismo de reservas para visitar a algunos cementerios y los espacios se agotaron, mientras que en varias ciudades habrá cierre.
Colombia definió horarios y tiempos restringidos de permanencia y medidas sanitarias en los camposantos, con uso parcial de su capacidad o aforo.
Chile los mantuvo cerrados este fin de semana. La viceministra chilena de Salud Pública, Paula Daza, invitó “a las personas que quieran visitar a sus seres queridos que han fallecido” a que lo hicieran durante la semana anterior en los horarios previamente definidos y sometidos a reglas esenciales como el uso de mascarilla, el distanciamiento social y uso de gel con alcohol.
El Ministerio de Salud de Costa Rica informó a EL UNIVERSAL que “no ha establecido cierres parciales o totales a los cementerios, pero para todo momento y lugar se mantienen las recomendaciones” acerca de los protocolos sanitarios fundamentales.
Bolivia recomendó a sus ciudadanos abstenerse de ingresar a los camposantos con alimentos de todo tipo y bebidas alcohólicas, prohibió su comercialización dentro o fuera de esos sitios y ordenó respetar las reglas de bioseguridad, e impedir que se coloquen sombrillas, mesas y sillas en torno a las tumbas. También vedó el ingreso de menores de 12 años, de grupos musicales y de mascotas, entre otras disposiciones.
Controles similares o con variantes y acciones de monitoreo y de emergencia también se están aplicando en los restantes países de América Latina y el Caribe por la conmemoración del Día de Muertos y de fiestas como las de Noches de Brujas o de Halloween, de mascaradas y otros ritos religiosos y paganos.