Despiden a Maru Enríquez, la amiga 'querible'
"Si quieres hacerme mal, no permitas que cante, no permitas que cante, porque te alejo maldita", cantaba Maru Enríquez (1957-2022) en La Catrina, la canción de Eduardo Langagne que fue su rúbrica
Y sí, cantar fue su vida. Desde su andar en las peñas, en la mítica Peña del Nahual de donde surgió La Nopalera en 1975, con el flautista Arturo Cipriano y Marcial Alejandro, al que se sumaron Enríquez y sus primos, los Toussaint.
"Fuimos como un clan que nos encontramos en esta vereda tropical que es la canción contemporánea", contaba la cantante, fallecida el miércoles.
Con La Nopalera fueron días de tocar, hacer pintas y salir corriendo, de acompañar los mítines del Partido Mexicano de los Trabajadores, fundado por Demetrio Vallejo y el ingeniero Heberto Castillo, quien les presentó su primer disco La Nopalera. Nueva Canción.
Un tiempo de viajar a Sudamérica y Europa con el grupo.
Modesto López, de Discos Pentagrama, conoció a Maru Enríquez en una gira de La Nopalera a Ecuador en 1978.
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"A partir de ahí nació una relación de amistad muy importante, una persona que formaba parte de todo este movimiento del nuevo cancionero del canto popular", evocó López, quien le grabó a Enríquez tres discos: El querer, Ah, qué la canción y otro para niños llamado Uno, dos, tres por Maru y Coco, a dúo con Jorge Alberto Bueno.
Recuerda a la cantante y locutora como una persona solidaria. Estuvo en las jornadas de solidaridad con Nicaragua; con López hacía trabajo de locución del festival.
"Fue una gente muy querida y cercana. Es una pena muy grande para mí", lamentó el director de Pentagrama, quien la evocó como alguien "querible".
Falleció la madrugada del miércoles debido al cáncer de esófago que padecía.
Su deceso fue confirmado por Cecilia Toussaint, su prima, en un mensaje también suscrito por el músico Charly Badillo, pareja de la cantante.
"Queridos amigos. Les informamos que el día de hoy a la 1:00 am Maru pudo finalmente descansar. A todos ustedes, que estuvieron tan cerca de este proceso, nuestra más profunda gratitud", escribió Toussaint.
Le sobrevive su hija Luz Alejandra, fruto de su relación con Marcial Alejandro.
Enríquez fue una cantante vinculada a personajes como Emilia Almazán, Roberto González, Pepe Elorza y Jaime López.
"Una de mis más queridas amigas ha dejado de estar con nosotros. Maru tantos momentos compartiendo las canciones que como el aire nos daban la vida. Te extraño ya... solo me consuela la certeza de que al fin vas a reposar", lamentó Elorza.
Con Cecilia Toussaint fue una de las primeras intérpretes de Jaime López, quien le dedicó ayer unas líneas en redes sociales: "Buen viaje querida Maru, a la luz de un Gran Quinqué".
Y también con el cantautor llevó a escena y grabó 15 poemas de Xavier Villaurrutia a los que él puso música en Y mi voz que madura y grabó sus canciones en el disco Gran Quinqué. El narrador Enrique Serna recordaba ayer el volumen dedicado al poeta "como un disco memorable".
"Me duele mucho la muerte de mi amiga Maru Enríquez, una estupenda cantante con un cálido timbre de voz", escribió.
Grabó La Catrina en Ardentia (1983), su primer disco solista, donde incluyó canciones firmadas por Jaime López, Pepe Elorza y Marcial Alejandro.
"De alguna manera, (Enríquez) forma parte de esta camada de artistas que empezaron su carrera en los 70 y fueron un ancla para las siguientes generaciones", expresó la compositora Tere Estrada, autora de Sirenas al Ataque. Historia de las rockeras mexicanas.
Siempre se movió en la escena independiente. Con Cecilia Toussaint estuvo en Rehilete, dedicado a la canción mexicana contemporánea y abrazó el rock y el blues con la banda Salida de Emergencia.
"No son canciones para la basura, desechables", defendía. Entendía su trabajo como una labor constante, de "hormiguita".
Abrió sus espacios radiofónicos a las nuevas camadas de músicos.
"Hay que honrar su camino como alguien que abrió brecha", resaltó Estrada.
Enríquez había sufrido dos infartos cerebrales en 2012, logró recuperar la vista y la voz, aunque precisaba de una silla de ruedas para desplazarse. Luchó por volver al escenario, quería seguir cantando. "Cantar es mi vida", decía.
"No entraré hoy / En ese oscuro cajón / Con mi cuerpo inerme. / Después ya vas a vencerme, Cuando yo quiera calaca", le cantaba a La Catrina.