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Del ‘cochinito’ a ‘Estafa Maestra’

Los negocios de la exfuncionaria Robles y el publicista Kelly

Ciudad de México.

Del ‘cochinito’ a ‘Estafa Maestra’

Luis Kelly Ramírez, un publicista poco conocido en el ámbito nacional, mantuvo una relación de negocios con Rosario Robles Berlanga durante más de 20 años, lo que le redituó ganancias millonarias mediante contratos públicos para la producción de spots y publicidad oficial.

Tan sólo en el sexenio de Enrique Peña Nieto, dos empresas vinculadas directamente a Kelly Ramírez y una de sus principales colaboradoras recibieron contratos del gobierno federal por 60 millones 476 mil pesos.

De esa cifra, al menos 44 millones 139 mil fueron por contratos directos que le fueron entregados a la red de empresas vinculadas a Kelly, su familia y sus colaboradoras, a través de la llamada “Estafa Maestra”.

Para la Auditoría Superior de la Federación (ASF), al menos dos compañías vinculadas a Kelly Ramírez –Tunas y Nopales Comunicación y TV de Mente– forman parte del entramado que presuntamente sirvió para el desvío de 5 mil millones de pesos de las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol) y Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), que Robles ocupó entre 2012 y 2018.

Los nexos entre el publicista y la exfuncionaria federal que hoy enfrenta dos procesos penales por los delitos de delincuencia organizada, lavado de dinero y ejercicio indebido del servicio público, nació en 1999, cuando Robles fue jefa de Gobierno sustituta en el Distrito Federal.

A partir de entonces la relación entre ambos ha estado asociada con casos de presunta corrupción y promoción política, aunque la exfuncionaria logró sortear en dos ocasiones los procesos legales en su contra, derivados de su relación con el publicista y los pagos a las empresas de éste.

Primero fueron las acusaciones contra Robles por el pago multimillonario en contratos de publicidad gubernamental a las empresas Publicidad, Cine y Video (Publicorp) y TV de Mente, ambas de la familia Kelly Ramírez. 

El precio de los servicios prestados a la Jefatura de Gobierno capitalino, de acuerdo con la denuncia de un exempleado de ambas empresas, Carlos Alejandro Franco, incluía un sobrecosto para que Robles pudiera hacer “un cochinito” electoral y así poder impulsar su carrera política.

En 2004, cuando Robles dirigía el PRD y se destaparon los casos de corrupción electoral asociados con los videoescándalos y el empresario Carlos Ahumada, el nombre de Luis Kelly volvió a surgir por ser uno de los grandes beneficiarios del dinero que ese partido destinó a campañas políticas.

La renuncia de Robles al PRD y su aparente pausa en sus aspiraciones políticas también frenaron el crecimiento de las empresas asociadas con el publicista.

Sin embargo, a partir de diciembre de 2012, cuando Robles fue designada titular de la Sedesol, la bonanza regresó a las firmas de Kelly Ramírez que tras 12 años de gobiernos panistas terminaron con adeudos fiscales y bienes embargados por el Servicio de Administración Tributaria (SAT).

PROMOVÍA SU IMAGEN

Luis Kelly es el empresario que Rosario Robles contrató cuando se desempeñaba como jefa de Gobierno del Distrito Federal para promover su imagen política.

Entrevistado por Proceso, Carlos Alejandro Franco ratifica el testimonio que dio a conocer al diario Reforma hace más de 20 años sobre el llamado “cochinito” de la entonces jefa de Gobierno. Advierte que contrario a lo que ha sostenido Robles desde que se reveló el mecanismo de “La Estafa Maestra” para el desvío de recursos públicos, en este caso sí existe una relación personal de Robles con una de las empresas involucradas.

De acuerdo con Franco, cuando Cuauh­témoc Cárdenas decidió buscar la candidatura presidencial, dejando vacante la jefatura de Gobierno capitalino, Robles se convirtió en gobernante sustituta y Kelly ya estaba listo para los negocios.

Agrega que él estuvo presente en una reunión en la que Robles conoció a Kelly y que el encuentro fue posible gracias a dos personas que en ese momento trabajaban con Cárdenas: Pablo Marentes y Virgilio Caballero.

De acuerdo con reportes periodísticos, la entonces jefa de Gobierno otorgó a dos empresas de Luis Kelly –Publicorp y TelShop– ocho contratos por adjudicación directa entre 1999 y el año 2000, sumando más de 200 millones de pesos.

Según Franco, el monto de los contratos incluía un sobreprecio de hasta 180 millones de pesos, ya que el costo real de las producciones era de 20 millones. 

El diario Reforma publicó en 2001 que dos de esos contratos estaban tasados en 55 y 83 millones de pesos, precios que son inclusive más altos que algunos de los entregados a las empresas de Kelly Ramírez mediante los mecanismos de subcontratación que se usaron para presuntos desvíos en “La Estafa Maestra”.

“Entonces los costos de producción eran ínfimos, realmente los costos eran muy bajos y la contratación de los proyectos fue del orden de los 200 millones de pesos. A ojo de buen cubero, estimamos que los contratos que se abrieron cuando se hizo la denuncia correspondiente ante la Contraloría del Distrito Federal era del orden de 200 millones. 

Diputados del PRI y del PAN como Arturo Barajas y Federico Döring, respectivamente, presentaron en ese momento denuncias penales contra Robles y quejas ante la Contraloría capitalina, derivadas de que como jefa de Gobierno Robles ejerció un gasto cercano a 798 millones de pesos en dos años en el rubro de comunicación social.

Sin embargo, Robles fue exonerada en noviembre de 2001, tanto por la Procuraduría capitalina como por la Contraloría local, por lo que mantuvo su relación con el empresario Kelly Ramírez.

El 18 de marzo de 2002, Robles asumió la presidencia nacional del PRD con el reto de hacerlo crecer en las elecciones intermedias de 2003. Para la campaña política, volvió a recurrir al publicista Kelly Ramírez y sus empresas, pero los resultados electorales no fueron los esperados y endeudó a ese partido político.

De acuerdo con la Comisión Anticorrupción que se creó en el PRD tras el surgimiento de los videoescándalos y el endeudamiento de 168 millones de pesos heredado por Robles, tres empresas de la familia Kelly Ramírez, identificadas como Publicidad, Imagen en Movimiento; Arrendadora de Equipo, Cine y Video y Publigamia, recibieron contratos por 24 millones de pesos para la producción de spots, diseño de imagen y arrendamientos de equipo. 

Además, Publicorp recibió un contrato por un monto de 30 millones de pesos y la empresa reclamó un adeudo adicional por 11 millones de pesos al partido del sol azteca.

Para Carlos Alejandro Franco, la relación tan estrecha que siempre ha existido entre Robles y Kelly echa por tierra la coartada de la extitular de la Sedesol y la Sedatu en el sentido de que no conoce a ninguno de los involucrados en “La Estafa Maestra”, puesto que sí tiene una relación personal con el publicista desde hace más de 20 años.

“Es un dato revelador, contundente, en este nuevo escándalo de Rosario Robles. Ella siempre se lavó las manos, y siendo que su responsabilidad estaba en otorgar los recursos a los organismos contratados directamente por sus entidades, ya sea Sedesol o Sedatu. Desde el momento en que se comprueba que en esas empresas subcontratadas hay personas relacionadas con Robles, todo su discurso se vuelve cínico, hipócrita y mentiroso, se viene por tierra el dicho de que no sabe nada, es la prueba definitiva de que ella sí tiene conocimiento de a dónde fueron finalmente a parar estos recursos, ella tiene una relación directa corrupta con Luis Kelly desde 1999”, sostiene.



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