Dedica su vida a ‘enderezar’ a adolescentes descarriados
La labor, vale la pena con uno solo de ellos que se logre salvar, dice Melissa
Laredo, Tx.- Durante 37 años Melissa Mojica se ha dedicado literalmente a “enderezar” a jóvenes con mal comportamiento para convertirlos en hombres de bien, una labor que para ella vale la pena cuando logra salvar a uno.
“No todos se salvan pero cada vez que logramos que uno termine la escuela o deje las adicciones se siente una gran satisfacción, es entonces cuando me pongo a pensar que tanto esfuerzo vale la pena”, dijo la directora de la Villa Juvenil en el condado de Webb.
Mojica ingresó a trabajar en el entonces Centro de Detención Juvenil del condado casi por accidente ya que su meta era convertirse en abogada porque sentía una gran pasión por el mundo de las leyes.
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Ella cursó la carrera de sociología y gobierno en la Universidad de Mujeres en Denton, Texas pero cuando estaba en su último año, hizo prácticas en un centro para internar a delincuentes menores de edad, quedando “atrapada” por esta labor.
“Me di cuenta que ese trabajo me gustaba, sentí el deber de trabajar para rescatar a jóvenes de la delincuencia y cuando regresé a Laredo y me enteré que había una vacante en ese departamento de inmediato acudí para llevar una aplicación”, recordó.
Melissa entró como guardia a los 19 años de edad y poco a poco fue escalando posiciones hasta llegar a ser oficial de libertad condicional, posición que desempeñó durante ocho años, trabajando con menores infractores y sus padres.
LLEGA A LA DIRECCIÓN
Tras quedar vacante el puesto de director, en el año de 1994 Melissa fue animada por el entonces juez de Distrito Antonio Zardenetta para aplicar para el puesto, ya que contaba con la experiencia necesaria.
“Le hice caso, presenté mi aplicación, los jueces de distrito y de cortes revisaron mis calificaciones y me dieron la oportunidad de ser la directora, puesto que he desempeñado ya por casi 20 años”, señaló.
Para Melissa la satisfacción más grande como directora de la Villa Juvenil ha sido lograr que el departamento pudiera crecer y se profesionalizara más.
“Cuando entré a este departamento apenas había 34 empleados y ahora somos 108 personas dedicadas por completo a servir a los niños y adolescentes que son enviados a este centro de detención”, dijo.
Melissa agradeció el apoyo y la dedicación de su personal porque gracias a ellos la Villa Juvenil puede dar un servicio más eficiente para no sólo recluir a los menores que cometan delitos sino para tratar de rehabilitarlos y regresarlos a la sociedad transformados en personas de bien.
“Tengo apenas 22 oficiales de libertad condicional que atienden más de dos mil detenciones en el año, es un trabajo muy duro pero cuando a uno le gusta lo que hace no se siente tanto”, mencionó la funcionaria.
AMPLÍAN INSTALACIONES
Melissa recordó el anterior edificio del Centro de Detención Juvenil donde sólo había espacio para recluir a 18 infractores, algo que cambió desde el año 2009 cuando el gobierno del condado inauguró la Villa Juvenil con capacidad para 72 camas.
“Después se le agregó la escuela alternativa JJAEP para estudiantes problemáticos de los distritos escolares y ha sido todo un éxito gracias a la dedicación y al compromiso de los maestros y directores”, señaló.
Mencionó que el siguiente paso es tener un centro de rehabilitación para jóvenes con adicciones a las drogas, proyecto que culminará el sueño de tener una Villa Juvenil con reclusión, escuela y rehabilitación en un solo edificio.
“Aquí la lucha es de todos los días, nos enfrentamos a casos difíciles y en ocasiones tristes pero le ponemos todas las ganas para tratar de sacar adelante a los muchachos, es un trabajo de alta responsabilidad pero muy satisfactorio cuando se salva a un joven”, afirmó.
Melissa resaltó que ella ya es “bisabuela” postiza de algunos laredenses que un día, cuando fueron jóvenes, pisaron el Centro de Detención Juvenil por portarse mal.
“He visto algunos que ahora lograron enderezarse, hicieron su familia y ahora son abuelos, por eso me considero bisabuela de sus hijos”, indicó.
La directora de la Villa Juvenil se siente muy satisfecha del trabajo realizado en sus 34 años en esta labor y su visión es ver terminado el centro de rehabilitación para entonces poder pensar en el retiro, dejando tras de sí un legado de entrega y dedicación a la juventud.