Consume Reynosa más agua de la permitida por la CONAGUA

La ausencia de una auténtica y eficaz estrategia de desarrollo urbano, hidrológico y principalmente en la distribución y ahorro adecuado del agua, auguran que Reynosa podría enfrentar un riesgo potencial de sequía en pocos años.

Aun en la actualidad todavía hay redes de tubería hechas con barro artesanal que datan de hace más de medio siglo.

La sedienta ciudad consume más agua de la que puede permitirse y mucha más termina derrochada en las calles sin control alguno y generando un desabasto en colonias, en donde hay incluso semanas enteras sin suministro.

La pésima planeación hidrológica ha hecho que los años transcurran en medio de proyectos técnicos que en los pizarrones y exposiciones se ofertan como la panacea para resolver la crisis del agua, pero estos nunca se concretan, pues el principal obstáculo que lo frena es la corrupción que va de la mano del uso político.

Administraciones municipales transitan heredando un problema que al paso de los años agudiza. La apuesta actual es alzar tanques elevados para almacenar y abastecer de agua a Reynosa, iniciativa planteada hace años, pero abandonada por costosa e imposible de solventar.

Según los tratados y acuerdos validados por la Comisión Internacional de Límites y Aguas y la Comisión Nacional del Agua, en la región se permita la extracción anual de hasta 48 millones 400 mil metros cúbicos de agua, mismos que equivalen al proceso de potabilizar mil 534 litros de agua por segundo, pero en Reynosa se potabilizan hasta 2 mil 500 litros, es decir existe un desfase del 42% de agua que se extrae de más de la cuenca.

| La apuesta actual es alzar tanques elevados.

DIFÍCIL RECUPERACIÓN

Los 16 cárcamos que permiten el tratamiento de las aguas que se consumen y reciclan en la ciudad, apenas y logran un 35% de recuperación del total del vital líquido que se consume a diario.

Las razones son la insuficiencia técnica de su capacidad para trabajar y lograr su objetivo, proyectos mal hechos y limitados, así como obras que se extienden en su construcción por mucho más tiempo y que al final son rebasadas en capacidad, son parte de la causa.

El deterioro en la red es esencial para padecer por las incontables fugas y “caídos” que agobian al Organismo Operador del Agua sin fondos económicos suficientes para resolver la contingencia.

En los últimos 10 años —según asignaciones presupuestales hechas por el Cabildo— alrededor de 900 millones de pesos se han invertido y el problema parecer ser aún más grave, lejos de controlarse.

El recurso agua es valioso como aval para el sustento en el desarrollo de la ciudad de Reynosa, empero, mucha de esta se desperdicia, se contamina y en el proceso de potabilización y distribución en los comercios y hogares no se paga.

Lo anterior fue expuesto por Luis Javier Pinto Covarrubias, gerente de la Comisión Estatal de Agua en Tamaulipas (CEAT), precisando que, en apego a las reformas de la Ley de Desarrollo Urbano en Tamaulipas vigente desde octubre del 2016, se ha previsto la exigencia de que el servicio y distribución de agua sea garantizado en los nuevos desarrollos de vivienda en los municipios.

“En los nuevos fraccionamientos se exige ahora el cumplimiento de que estos cuenten con aval de la Ley Estatal de Obras y Desarrollo Urbano, estudios de factibilidad que garanticen el acceso al agua y otros servicios de desarrollo urbanístico y equipamiento”.

Pinto Covarrubias reconoció que el agua en las principales ciudades de Tamaulipas es prioridad para respaldar su desarrollo, por lo que urgió como imperativo que los organismos distribuidores de agua (Comapa) trabajen en ampliar la capacidad de recuperación del cobro por el servicio de abasto y drenaje.

Expuso que hay una latente descapitalización en los organismos operadores de agua que se exceden en el manejo de sus nóminas laborales y causa déficits en recursos disponibles para obras de infraestructura y crecimiento de las redes.

Por lo que dijo que es importante que se proteja el recurso agua en el manejo, agrícola, industrial, comercial y en los hogares, previniendo la contaminación, evitando el derroche y el puntual pago como se hace con otros servicios.

Empero, no es suficiente solo por el hecho de decretar que el problema del agua es algo serio y amerita toda la atención y esfuerzo, más allá de las proclamas de visualizar sus desafíos, entraña la capacidad de compromiso desprovisto de política y actos que solo delimitan las metas y proyecciones de garantizar que la sequía algún día alcance a Reynosa.

En los nuevos fraccionamientos se exige ahora el cumplimiento de que estos cuenten con aval de la Ley Estatal de Obras y Desarrollo Urbano, estudios de factibilidad que garanticen el acceso al agua y otros servicios de desarrollo urbanístico y equipamiento”. Luis Javier Pinto Covarrubias, gerente de la Comisión Estatal de Agua