Amplían programa de pruebas de detección
Objetivo es prevenir los problemas y enfermedades e incluso muertes
Edinburg, Tx.
La adición de las afecciones secundarias para las que se hacen pruebas de detección temprana significa que a todos los bebés ahora se les practican pruebas para 53 trastornos poco comunes mediante pruebas de sangre analizadas en el laboratorio de salud pública, informó la dependencia.
A los recién nacidos en Texas además se les practican pruebas de pérdida auditiva y defectos del corazón congénitos críticos en el hospital o el centro de parto donde ocurre el nacimiento.
“Las pruebas de detección temprana a recién nacidos en Texas comenzaron en 1963 como un pequeño programa para un único trastorno, la PKU,” dijo Susan Tanksley, gerente de operaciones de laboratorio del DSHS.
“Ampliar el programa para que se hagan pruebas para más de 50 afecciones significa que más bebés pueden recibir seguimiento inmediato que conduzca a un diagnóstico rápido y la capacidad de ofrecer a los bebés tratamiento que salvará sus vidas. Muchos bebés podrán hacer vidas normales con un tratamiento a tiempo”, agregó.
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El Programa de Pruebas de Detección Temprana a Recién Nacidos de Texas, ya podía detectar muchas de las afecciones secundarias porque estas tienen las mismas sustancias en la sangre en común con ciertas afecciones primarias para las que se les realizan pruebas de detección temprana. Los cambios de hoy, sin embargo, permitirán una identificación, un seguimiento y un tratamiento más completos para tales afecciones y otras seis más que antes no podían detectarse. Algunos niños a los que se les diagnostiquen afecciones secundarias podrán acceder a los beneficios ofrecidos por un programa del DSHS que provee servicios para bebés identificados con un trastorno para el que se les realizan pruebas de detección temprana al nacer.
El cambio surgió a raíz del Proyecto de Ley 1795 de la Cámara correspondiente a la 81a Asamblea Legislativa, el cual instruyó al DSHS que agregara las afecciones según permitan los fondos. La agencia de salud ha determinado que puede realizar las pruebas adicionales con su presupuesto actual.
Texas opera el programa más extenso de pruebas de detección temprana a recién nacidos en la nación, con pruebas a aproximadamente 775 mil muestras al año, es decir, casi 400 mil bebés anualmente.