Admite ser culpable de traficar con humanos
Confiesa participar en transporte de extranjeros, incluidos chinos y rusos
McAllen, Tx.
Un ciudadano mexicano, de 47 años de edad, residente de la ciudad de McAllen, se declaró culpable el día en que se iba a iniciar el juicio en su contra, según se dio a conocer por parte de la fiscalía federal para el sur de Texas.
Humberto Ramírez Santos admitió su participación en una conspiración para transportar extranjeros ilegales de varios países, incluidas personas de China, Rusia, India, Brasil, Honduras, El Salvador, Guatemala y México, entre octubre de 2011 y julio de 2017.
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De acuerdo a las declaraciones obtenidas por las autoridades, se hacían viajes de contrabando todas las semanas y el número total de extranjeros transportados es incalculable.
Según declaró el detenido, la organización para la que trabajaba habría utilizado diversos métodos para facilitar el contrabando, destacando que algunos cómplices condujeron automóviles y camiones a lugares al sur de los puestos de control de la Patrulla Fronteriza. Allí, fueron guiados a través de ranchos del sur de Texas para evitar la detección. También utilizaron camiones Penske y remolques de camiones de carga para el contrabando de extranjeros ilegales a través de varios puntos de control.
Una táctica particular fue seleccionar un camión con remolque estacionado en una parada de camiones del sur de Texas. Luego quitarían el sello y cargarían a los inmigrantes. Los miembros de la organización seguían el vehículo hasta la siguiente parada en algún lugar al norte del punto de control para recuperarlos mas tarde. Los conductores no estaban al tanto de su carga humana y estarían potencialmente expuestos a responsabilidad penal. Los extranjeros luego fueron transportados en camiones cerrados de Penske a Houston.
El juez de distrito de los EE. UU., John Rainey, aceptó la declaración de culpabilidad y estableció una audiencia para escuchar sentencia para el primero de octubre de 2019. En este momento, Ramírez enfrenta la posibilidad de hasta 10 años de prisión y una multa de 250 mil dólares.