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La diplomacia tradicional

Hoy se inicia el diálogo económico de alto nivel previsto en el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), durante el cual habrán de ponerse en el tapete de las discusiones algunos asuntos que tienen que ver con la interpretación de los acuerdos que fueron consensuados, firmados y publicados para dar continuidad al Tratado de Libre Comercio de Norteamérica de 1994; pero, ahora con un mayor énfasis en la equitativa distribución de los beneficios que el libre comercio aporta para los tres países y sus pueblos. 

La secretaria mexicana de Economía, Tatiana Clouthier, tiene plena confianza en lograr clarificar los puntos en los que no se ha logrado una plena coincidencia en la interpretación de lo que fue estipulado y aceptado por las tres partes. El tema central es el contenido regional de las unidades automotrices que se producen en la América del Norte para ser considerados de producción local susceptibles de ser comercializadas en el área sin pago de aranceles. Al respecto hay mucha paja que se ha venido tejiendo.

La diplomacia tradicional

Para dar luz sobre el caso, lo mejor es ver que dice el T-Mec al respecto: "Sección 4-B, Capítulo 87 (pag. 161): Vehículos Automóviles, Tractores, Velocípedos y demás Vehículos Terrestres; sus Partes y Accesorios 87.01-87.08. El Apéndice (Disposiciones Relacionadas a las Reglas de Origen Específicas por Producto para Mercancías Automotrices) incluye las reglas de origen específicas por producto para una mercancía de la partida 87.01 a 87.08.8709.11-8709.19 Un cambio a la subpartida 8709.11 a 8709.19 de cualquier otra partida; o Un cambio a la subpartida 8709.11 a 8709.19 de la subpartida 8709.90, habiendo o no cambios de cualquier otra partida, cumpliendo con un valor de contenido regional no menor a: (a) 60 por ciento cuando se utilice el método de valor de transacción; o (b) 50 por ciento cuando se utilice el método de costo neto". Claro como agua de manantial, pero no suficiente.

Parece ser que el tema de la integración automotriz se ha venido enturbiando por otras razones muy diferentes, especialmente las que tienen que ver con las industrias petrolera y eléctrica, en las que la actual administración federal de México ha hecho cambios sustanciales para rescatar el interés de los mexicanos que había sido puesto al servicio de las grandes empresas transnacionales que dominan esos sectores a nivel planetario. De ahí la necesidad de que se pongan los puntos sobre las íes con el diálogo.

Otros temas que quizá no se vayan a tratar durante la jornada que inicia este día, son los relacionados con la postpandemia, medidas ante la crisis climática, dar mayor relevancia a las acciones para revertir las causas de la migración y la cooperar en la seguridad regional. Temas que son especialmente relevantes para los Estados Unidos; pero que, afectan la relación entre los países socios comerciales.

Con la representación de México y los mexicanos, asisten al evento el Washington el ministro de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard; La secretaria de Economía Tatiana Clouthier; el subsecretario del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, Gabriel Yorio. Oficialmente, los dos gobiernos han indicado que las discusiones en el DEAN se centrarán en cuatro pilares: reconstruir juntos; fortalecer el crecimiento económico y social y sustentable en el sur de México y Centroamérica; y mayor inversión.

Necesario es destacar que México saldría beneficiado con una mayor integración de partes producidas en la región para la industria automotriz, por lo que habrán de ponerse en juego todas las habilidades y conocimientos de los negociadores. Hasta antes de la revisión del TLCAN, México era un trampolín para la triangulación comercial que beneficiaba únicamente a las grandes empresas del sector; ahora, se abre un abanico de posibilidades para que se desarrollen cadenas de producción que involucren a los tres países, tanto en inversión, como en producción, generación de empleo y su círculo virtuoso.

Con el TLCAN las fortalezas de México eran la vecindad geográfica, exceso de mano de obra joven (mano de obra abundante, barata, dócil, controlada por sindicatos charros) y un mercado cautivo de consumo. A ello se aunaba la ausencia de controles ambientales que permitían verdaderos atentados en contra del medio ambiente y de las personas, quienes deben trabajar jornadas de doce horas sin prestaciones.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, haciendo eco a la voz de la mayoría de los mexicanos, dijo que no espera que la disputa termine ante un tribunal internacional y expresó su optimismo de que se pueda llegar a un acuerdo en poco tiempo. México está demostrando que son los tiempos de diálogo, siguiendo el espíritu de su diplomacia tradicional.