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>Usan experiencia para lograr el cambio< Rompiendo el silencio…

Ser víctima de violencia doméstica es una experiencia demasiado fuerte

McAllen, Tx.

SIMPOSIO. Claudia Trujillo, del IME; Paul Villarreal, titular de la Oficina Fiscal del Condado Hidalgo y Alicia Limón, directora de Casa Guanajuato en McAllen.>Usan experiencia para lograr el cambio< Rompiendo el silencio…

Ser víctima de violencia doméstica es una experiencia demasiado fuerte, demasiado dolorosa, pero más cuando incluye a los hijos, la familia.

“Es difícil salir. Hay un patrón demasiado fuerte, peor que cadenas”, dijo la madre de cuatro niños sin poder contener las lágrimas.

Patricia fue una de varias mujeres que se atrevieron a romper el silencio para detallar como utilizaron su experiencia para lograr el cambio, en el marco del Simposio de Víctimas de Violencia en el Valle de Texas, convocado por la Casa Guanajuato en McAllen.

“Tardé siete años para tomar la decisión de divorciarme. El poder que este hombre tenía sobre mí me hacía sentir que no valía nada, además fui educada para aguantar lo que fuera, bueno al menos eso creía”, continuó Patricia.

Susana Guerra, directora general del Instituto de Atención al Migrante guanajuatense y sus familias en el estado de Guanajuato, precisó que el objetivo del organismo es brindar apoyo a las víctimas de este delito.

“Nosotros creemos que una persona informada tiene muchas más posibilidades de defenderse, de hacer valer sus derechos humanos”, dijo la funcionaria guanajuatense, quien reconoció que Guanajuato tiene un movimiento migratorio importante, por ello es que buscan proporcionar las herramientas y recursos a las personas radicadas en esta frontera para que sepan como defenderse.

El simposio fue atendido también por Claudia Trujillo del Instituto de Mexicanos en el Exterior (IME), Paul Villarreal, titular de la Oficina Fiscal del Condado Hidalgo, éste último envió un mensaje muy motivador a la concurrencia.

“Mujeres no se queden calladas, busquen ayuda, alcen la voz. La denuncia contra su agresor es el primer paso. Contar con los testimonios de estas mujeres que tuvieron el valor para alzar la voz es un ejemplo de perseverancia para dejar de vivir encadenadas a una vida llena de violencia física y psicológica”.

El mensaje es que la violencia doméstica deja huellas profundas en sus víctimas, pero es posible romper el patrón de abusos y malos tratos y salir adelante, dijo Patricia quien se encuentra en este proceso. Sabe que tomará tiempo, pero sabe que lo logrará con la ayuda necesaria, la cual sigue buscando afanosamente.

“Atrevánse a romper el silencio”, dijo como último Patricia a las miles de mujeres que aún no lo hacen.

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DESESPERADA. Patricia, su agresor la siguió hasta aquí para continuar torturándola, se siente angustiada porque no ha obtenido la ayuda esperada.


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GUANAJUATO. Susana Guerra, directora general del Instituto de Atención al Migrante guanajuatense y sus familias.




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