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Embarazo, pesadilla para mujeres negras

Su estado natal, Alabama, tiene la tercera tasa de mortalidad por maternidad más alta de la nación

Angelica Lyons ya sabía que era peligroso para las mujeres negras dar a luz en los Estados Unidos.

James Lyons besa a su nieto, Adrien Lyons, en la cocina de su casa en Birmingham, Alabama.Embarazo, pesadilla para mujeres negras

  • BIRMINGHAM, Alabama

Como instructora de salud pública, enseñaba a estudiantes universitarios sobre las disparidades raciales de salud, entre otras, el hecho de que las mujeres negras en Estados Unidos tienen casi tres veces más probabilidades de morir durante el embarazo o el parto que las de cualquier otra raza. Su estado natal, Alabama, tiene la tercera tasa de mortalidad por maternidad más alta de la nación.

Luego, en 2019, casi se volvió parte de las estadísticas.

El que debería haber sido un feliz primer embarazo se convirtió rápidamente en una pesadilla, cuando comenzó a sufrir un dolor de estómago debilitante.

Los médicos subestimaron sus súplicas de ayuda, dijo, y la regresaron a casa repetidamente desde el hospital. Los médicos y las enfermeras le dijeron que sufría de contracciones normales, incluso cuando su dolor abdominal empeoró y comenzó a vomitar bilis. Angelica dijo que no la tomaron en serio hasta que un dolor punzante se disparó por todo su cuerpo y el ritmo cardíaco de su bebé se desplomó.

La llevaron urgentemente a la sala de operaciones para una cesárea de emergencia, meses antes de su fecha de parto, y casi muere por un caso no diagnosticado de sepsis.

Por si las noticias desalentadoras fueran pocas, Angélica trabajaba en la Universidad de Alabama en Birmingham, la universidad afiliada al hospital que la trató.

Su experiencia es un reflejo del racismo médico, el prejuicio y la falta de atención que deben soportar los estadounidenses de raza negra. Las mujeres negras tienen la tasa de mortalidad por maternidad más alta de Estados Unidos: 69,9 por cada 100.000 nacimientos vivos en 2021, casi tres veces la tasa de las mujeres blancas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

Los bebés negros tienen más probabilidades de morir y también de nacer prematuramente, lo que los hace vulnerables a problemas de salud que podrían seguirlos a lo largo de su vida.

"La raza juega un papel muy importante, especialmente en el sur, en términos de cómo te tratan", asegura Angelica, y los efectos son catastróficos. "La gente se está muriendo", agrega.

Ser de raza negra en cualquier parte de Estados Unidos significa experimentar tasas más altas de enfermedades crónicas como el asma, la diabetes, la presión arterial alta, el alzhéimer y, más recientemente, el COVID-19. Los afroestadounidenses tienen menos acceso a una atención médica adecuada y su esperanza de vida es más corta.

Desde el nacimiento hasta la muerte, independientemente de su posición económica o social, es mucho más probable que ellos se enfermen y mueran por males comunes.

Los problemas de salud de los norteamericanos negros se han atribuido durante mucho tiempo a la genética o el comportamiento, cuando en realidad, una serie de circunstancias vinculadas al racismo —entre ellas, las restricciones sobre dónde podían vivir las personas y la falta histórica de acceso a la atención— juegan papeles importantes.

La discriminación y los prejuicios en los entornos hospitalarios han sido desastrosos.

Las disparidades de salud de la nación han tenido un impacto trágico: en las últimas dos décadas, la tasa de mortalidad más alta entre los afroestadounidenses resultó en un exceso de 1,6 millones de muertes en comparación con los estadounidenses blancos.

AHORA MUEREN MÁS JÓVENES

Angélica Lyons llora al recordar su experiencia de dar a luz. En 2019, ella sufrió semanas de dolor en el vientre.
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Esa tasa de mortalidad más alta significa una pérdida acumulada de más de 80 millones de años de vida, debido a que las personas mueren jóvenes, y miles de millones de dólares perdidos en atención médica y en oportunidades.

Un proyecto de The Associated Press de un año de duración descubrió que los retos de salud que enfrentan los ciudadanos de raza negra a menudo comienzan antes de que respiren por primera vez.

La AP realizó decenas de entrevistas con médicos, profesionales médicos, defensores, historiadores e investigadores que detallaron cómo una historia de racismo que comenzó durante los años de la fundación de Estados Unidos condujo a las disparidades que se ven hoy.



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