Súper leche materna

Durante el embarazo y la lactancia es importantísimo alimentarse con la cantidad adecuada de nutrientes para producir alimento de calidad y recuperar un peso saludable.

"En los primeros días, que la mamá presenta calostro, es cuando más nutrimentos obtienen los niños para aumentar de peso y hacerse de defensas", explica la médico cirujano Danai Curiel.

Sus características son tan únicas que no existe fórmula alguna que se asemeje a la leche materna y evite estreñimientos en los recién nacidos.

"La fórmula es un rearmado químico de la leche y no tiene los factores enzimáticos ni el balance para favorecer la genética.

"En cambio, la producción materna tiene todos los elementos necesarios para constituir lo más íntimo del genoma. No se pueden comparar porque, químicamente, no son las mismas moléculas", indica el investigador clínico Fernando Leal.

La hormona encargada de la producción de la leche es la prolactina, que se encuentra a nivel cerebral y empieza a secretarse desde el embarazo.

Durante la lactancia, que supone un desgaste extra en las reservas de la madre, ésta tiene que consumir un 70 u 80 por ciento de vegetales, frutas, cereales combinados con leguminosas y raíces. 

"Si ella garantiza ese aporte comiendo a libre demanda, seguramente su salud y la del bebé van a ser muy buenas. Se pueden suplementar con cosas naturales, como espirulina, levadura de cerveza, chía, cacao o amaranto", explica el especialista.

Si la madre no se alimenta bien, su cuerpo tomará los nutrimentos necesarios para producir la leche, afectando su propio bienestar. En este periodo es necesario aumentar el consumo de calcio, hierro y vitamina A.

"Siempre les mando un poco más de vitamínico, ácido fólico y sulfato ferroso durante los primeros tres meses que están lactando, porque sí pierden muchos nutrimentos durante este periodo, lo pueden notar con la caída de cabello o las uñas quebradizas", comenta la doctora.

"El calcio es muy importante porque éste es el periodo donde más se descalcifica la mujer. Si no les das este mineral cuando son jóvenes embarazadas, a partir de los 50 años puede generarse fragilidad de huesos". 

Adiós kilitos

Por el consumo de energía que implica producir un litro de leche -500 kilocalorías-, este periodo ayuda también a quemar la grasa acumulada durante el embarazo.

Pero ojo, eso no implica disminuir la ingesta calórica. En este etapa no es apropiado hacer dietas reductoras, aún cuando la madre presente sobrepeso. 

"Si ingieren una buena cantidad de vitaminas y minerales, la mayor parte de la grasa se va a  compensar poco a poco; pero, si no los consumes, esa grasa, que llamamos blanca, va a ser de reserva y de tipo visceral. La clave está en los micronutrientes y cómo los puedes compensar", asegura el investigador Leal.

Para regresar al peso que tenías previo al embarazo, el experto sugiere ejercicio, relajación mental, estímulo psicológico, ingesta de alimentos funcionales y corrección del aparato gastrointestinal.

"Incluso, la piel va a retomar su postura porque la elastina y el colágeno se generan bajo ese estímulo", concluye Leal. 

(Agencia Reforma)

Puedes usar un tiraleche y congelar el alimento en frascos de vidrio esterilizados. Dura hasta un año en congelación sin perder sus propiedades. Descongela en baño María y utiliza en las siguientes 24 horas.

Cuándo, cuánto y qué

• Para asegurar la calidad de la leche materna, la buena alimentación tiene que ser desde el embarazo, no sólo en la lactancia.

• Las mamás deben comer al menos cinco veces al día, incluyendo dos colaciones, para que al bebé no le falte la glucosa.

• No es la cantidad de calorías, la clave está en poner atención a la calidad de los nutrimentos que consumes.

• Ármate con vegetales, frutas, cereales combinados con leguminosas y raíces, espirulina, levadura de cerveza, chía, cacao y amaranto.

• Evita la comida chatarra.