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Las costosas y dolorosas secuelas del covid-19

Las consecuencias físicas, mentales y económicas derivadas del coronavirus son la otra epidemia de la emergencia sanitaria. De acuerdo con el IMSS, de marzo de 2020 a julio último ha expedido 2.3 millones de incapacidades temporales

Para combatir las múltiples secuelas causadas por el coronavirus, que llegan a incapacitar un año a los afectados, el IMSS se vio obligado a abrir 191 centros de rehabilitación postcovid en todo el país, donde ya atendió por lo pronto a 178 mil pacientes.

Las costosas y dolorosas secuelas del covid-19

La principal encargada de estas acciones, la doctora Norma Magdalena Palacios Jiménez, jefa del Área Médica en la Dirección de Prestaciones Médicas del IMSS, dice sobre la dura y prolongada batalla que enfrenta la institución:

“Prácticamente desde que empezaron a darse los primeros contagios de covid-19, en marzo de 2020, también comenzaron a surgir sus secuelas. Y desde entonces las estamos atendiendo.”

Fue en abril de este 2021, precisa, cuando el IMSS ya se vio en la necesidad de “implementar un programa integral de rehabilitación postcovid, atendido por equipos médicos multidisciplinarios”, el cual comenzó a operar en el Centro Médico Nacional La Raza, en la Ciudad de México.

“Actualmente contamos con 191 unidades médicas para atender las secuelas, están ubicadas en centros de primer, segundo y tercer niveles en todo el país. Y hasta nuestro corte de finales de julio hemos dado atención a 178 mil pacientes.”

–¿Cuáles son las secuelas más comunes que están atendiendo?

–En primer lugar, las cardiopulmonares. Y en segundo, las neurológicas que se ven reflejadas en fatiga, pérdida de movilidad en manos y pies, alteraciones del gusto, olfato y lenguaje.

–¿Cuáles son las más graves?

–El daño miocárdico, pues nos llegan pacientes con miocarditis y pericarditis, o bien, con alteraciones del ritmo del corazón. Entre las secuelas graves también están las alteraciones neurológicas, como la polineurocardía, que puede ser incapacitante. También están las alteraciones neuropsiquiátricas.

Y aunque lo “esperado” es que los pacientes puedan recuperarse en un lapso “de entre cuatro y seis semanas” –señala–, hay casos que “pueden tardarse de seis a 12 meses”, por lo que en todo ese tiempo muchos quedan inhabilitados para retornar a su vida laboral.



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