Entre mamilas y cuadernos

Cuando se encontraba en el penúltimo semestre de su carrera, Claudia Carrillo tomó una decisión que cambiaría su vida: se fue de intercambio académico a la Universidad DePaul en Chicago.
Hoy tiene una hija de 8 meses con Stephen Schmidt, a quien conoció mientras estudiaba en Estados Unidos.
"Nos encontramos en un concierto de Molotov en el Congress Theater y fue amor a primera vista", recuerda.
"De ahí empezamos a salir, nos conocimos más, luego me vine a México y seguimos en contacto. A veces yo iba, pero luego él llegó a vivir acá y pasó Sophia Alexandra".
Cuando se enteró que estaba embarazada, a Carrillo le surgieron muchas dudas sobre cómo iba a salir adelante con el bebé, pues además de estudiar Ingeniería en Animación Digital en la Universidad Panamericana, trabajaba en un despacho de programación.
Sin embargo, platica que recibió el apoyo incondicional de su familia, profesores y jefes.
"Todo el proceso fue una experiencia padre, cansada pero padre, especialmente porque estaba trabajando, y luego iba a la escuela, y aparte estaba embarazada", comenta.
"Mis papás me apoyaron muchísimo, también Stephen. Él iba por mí al trabajo y me llevaba a la escuela, luego volvía a pasar y me llevaba a casa".
Una motivación extra
Lejos de ver la maternidad como un impedimento para continuar con sus estudios, Karina Guerrero comparte la motivación que encuentra en su hija para terminar su carrera.
Ella estudia quinto trimestre de Ingeniería Metalúrgica en la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Azcapotzalco, y tiene una niña de un mes llamada Ameyalli.
"El ser mamá no lo tenía planeado. Sí ha sido muy difícil para mí porque tuve que dar de baja un trimestre y entré en depresión cuando me enteré que estaba embarazada", platica la alumna de 20 años.
"Fue un impacto muy fuerte para mí. No sabía cómo le iba a decir a mis papás porque creí que no me iban a apoyar, pero en el momento en el que yo les conté, ellos me apoyaron".
Para Guerrero, lo más difícil ha sido estar sola, pues decidió terminar la relación con su pareja y tener que separarse de su hija para asistir a la universidad.
"Dejar a mi hija es duro, porque yo quisiera quedarme con ella y disfrutarla, pero a veces no se puede, y eso me impide estar con ella el tiempo que yo quisiera", dice.
(Agencia Reforma)
