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ELECCIONES HISTÓRICAS

El concepto de histórico ha sido tan manoseado que con frecuencias pierde sentido y ha venido a tener un significado muy pobre; sin embargo, el proceso eleccionario del próximo primero de julio en México, cubre cabalmente la idea.

ELECCIONES HISTÓRICAS

Las elecciones serán históricas por varias razones, entre las que destaca el hecho fundamental de que pueden significar la recuperación de la esencia política que viene desde la instauración de la República, pasa por su restauración y culmina con la Revolución.

La Guerra de Independencia comenzó por la vindicación de las clases medias oprimidas; pero, luego del espurio Primer Imperio Mexicano, llevó a la creación del Estado nacional mexicano bajo la estructura de una república federal, representativa y popular. La Guerra de Reforma tuvo tintes facciosos, pero, desemboca en las Leyes de Reforma y la restauración de la República luego del Segundo Imperio Mexicano.

La Revolución inició como una lucha estrictamente política y conduce al más augusto régimen de justicia social bajo la tutela de la Constitución de Querétaro de 1917.

Además, este 1 de julio, aparte de elegir presidente, los ciudadanos votarán por candidatos a gobernadores, un jefe de gobierno, alcaldes, síndicos, concejales, regidores, juntas municipales, senadores y diputados locales y federales.

Según el Instituto Nacional Electoral (INE) hay 18,311 pues- tos públicos en disputa. Esta es la primera vez que se eligen tantos en un solo proceso, lo que no deja de despertar sospecha por cuanto asegura un viejo y conocido refrán que: “A río revuelto, ganancia de pescadores”.

Por el otro lado, nunca antes se había tenido tanto descrédito de las autoridades electorales y de los órganos de control, vigilancia y sanción. Están los mismos pillos de siempre en las líneas de batalla; esos, ya se sabe que, como confirman con desparpajo y cinismo: “yo sólo hago lo que me ordenan” porque sus escasas luces les impiden ver la responsabilidad que la ley les impone y la normatividad que debe regir su conducta en cada evento, independientemente de los cañonazos de harta lana o las instrucciones de los hombres del poder.

Están los mismos; pero, además, se han incorporado, con prolijidad, otros operadores de mayor calado, tanto en el INE, que, de por sí, no levanta, como en el Trife (con la música pagada de antemano), la Suprema Corte y demás instancias. Del Congreso, ni qué hablar; Manlio Fabio Beltrones ya no está ahí; pero, sus corifeos siguen la tónica que marcó cuando dijo que su único afán era cumplir al Presidente, en cuya tarea habría de poner en juego todo su capital político.

De hecho, la mesa está puesta y todo indica que la actual administración, como ha hecho hasta ahora, está dispuesta a jugarse el todo por el todo a fin de no soltar el Candidato independiente, pase lo que pase. Es posible que tenga compromisos internos y externos que le impidan aflojar un poco, y que las presiones del capitalismo salvaje sean tan severas que actúe como camisa de fuerza. Desde luego, no se descarta la voluntad personal de seguir gozan- do de las mieles del poder, que tan substanciosas y gratas han venido a resultar.

Según el Instituto Nacional Electoral (INE) hay 18,311 PUESTOS PÚBLICOS EN DISPUTA.

ESTA ES LA PRIMERA VEZ que se eligen tantos en un solo proceso y la historicidad de las elecciones en puerta se deriva de la posibilidad de la REELECCIÓN DE ALCALDES, DIPUTADOS Y SENADORES.

En menor grado, la historicidad de las elecciones en puerta se deriva de la posibilidad de la reelección de alcaldes, diputados y senadores que podrán competir en la campa- ña para ocupar de nuevo el mismo cargo, aunque eso ha resultado poco atractivo, pues la mayoría opta porque sean sus vástagos o parientes lo que ocupen las candidaturas a fin de que también tengan oportunidad de sacrificarse por la patria, en lo que podría ser una reelección parental. Y las candidaturas independientes, que son como lo que se le unta al queso y su único papel es hacer el caldo gordo y echar montón en contra de quien convenga al amo.

LOS INTERESES EN JUEGO

En estas elecciones históricas puede ganar cualquiera de los aspirantes, con o sin partido; pero, lo que no está definido es si los grandes intereses, nacionales y extranjeros, permitirán la asunción de quienes proponen medidas que pueden afectarlos, y lo que harán para impedir que lleguen al poder. Los de allá, han manifestado que no dejarán que se les escapen

los 15,000 millones de dólares de superávit energético que obtuvieron, nomás el año pasado, ni las superlativas ganancias de las refinerías alimentadas con el petróleo de México; los de acá, la gallina de los huevos de oro que los ha puesto entre los más ricos del planeta gracias al capitalismo de amigos.

UN BOLETO A LA ABUNDANCIA

Gustavo Díaz Ordaz, presidente patriota, defendió a la patria con todo; pero, le falló a la hora de la sucesión presidencial.

Luis Echeverría fue un buen presidente; sin embargo, no

era político ni tuvo el intenso fogueo en las trincheras que exigía el cargo. Fue un burócrata de alto nivel; pero, no un man- datario. También se equivocó en la sucesión.

José López Portillo, sin la malicia del político mexicano, endeudó al país con el espejismo del petróleo y lo dejó en bancarrota.

Miguel de la Madrid tampoco era político y estuvo siempre en manos de Carlos Salinas y su grupo de facinerosos, que se adueñaron del país y rifaron sus riquezas en la Cena de los 30, en que, mediante una cuota de 25 millones de dólares, los magnates se apoderaron de

las empresas del Estado mexicano para colocarse entre los hombres más ricos del planeta y, entonces sí, cumplir las palabras de Lansing.

El sueño de la alternancia y la recuperación llegó con Vicente Fox, que resultó ser un inepto con botas. De entonces para acá, todo ha sido un juego de simulaciones y los puestos públicos y cargos de representación, un boleto a la abundancia.




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