Un millonario busca extraterrestres dentro del asteroide interestelar
Telescopios del SETI y del proyecto Breakthrough Listen buscan tecnología de una civilización inteligente a través de señales de radio
La forma del asteroide ha dado lugar a especulaciones sobre su carácter artificial.
El pasado mes de octubre un telescopio robótico de Hawai descubrió lo que parecía un nuevo cometa entre las órbitas de la Tierra y Marte.
Conforme se fueron conociendo más datos sobre la roca, la imaginación comenzó a volar. Se trataba de un asteroide de 800 metros de largo y 80 de ancho, un gigantesco pepino llegado de fuera del Sistema Solar. Rafael Clemente recordaba las similitudes de ese objeto alargado y ultraveloz con la inmensa nave extraterrestre que protagoniza “Cita con Rama”, de Arthur C. Clarke. Aquel cilindro hueco, procedente del espacio interestelar, llegaba a nuestro vecindario, pero ignoraba la Tierra y a sus habitantes para seguir su camino.
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OUMUAMUA
Parece improbable que Oumuamua, como se ha bautizado al visitante, sea una nave espacial disfrazada de asteroide, pero los buscadores de inteligencia extraterrestre quieren asegurarse de que no se les escape nada interesante.
El SETI, una institución dedicada a la búsqueda de inteligencia extraterrestre, ha orientado sus telescopios del Allen Telescope Array hacia el visitante, sin encontrar nada extraordinario. El proyecto Breakthrough Listen, financiado por el magnate Yuri Milner, ha orientado hacia Oumuamua el radiotelescopio Green Bank Telescope en Virginia Occidental, Estados Unidos.
Durante diez horas este telescopio buscó señales de radio en varias frecuencias en busca de algún tipo de tecnología. “A esta distancia, este instrumento podría detectar un transmisor con la potencia de un teléfono móvil en menos de un minuto”, afirman los responsables de la iniciativa en un comunicado. “Aunque un origen natural es más probable, en la actualidad no hay consenso sobre su origen y Breakthrough Listen está bien colocado para explorar la posibilidad de que Oumuamua sea un artefacto”, añaden.
Milner, que también pretende enviar una misión a la estrella más cercana a la Tierra en busca de vida extraterrestre, aunque posible, considera improbable que a bordo de este objeto vayan extraterrestres. Pero aunque no encuentren signos de hombrecillos verdes, las horas de observación servirán para conocer mejor la composición de Oumuamua observando si hay signos de vapor de agua en la superficie del asteroide.
Además, los responsables del proyecto podrán mostrar su capacidad para seguir objetos cercanos que viajan a gran velocidad. En su momento de máxima aceleración el misterioso asteroide alcanzó los 300 mil kilómetros por hora.
