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Sangre y arena

Un debate entre taurinos y ambientalistas ponen en discusión si la tauromaquia esta llegando a sus últimos días

Aun cuando son cientos de miles las personas aficionadas a la llamada Fiesta Brava, en los últimos años han surgido igualmente cientos de miles de personas que se oponen a ella debido al sufrimiento que representa para el toro de lidia.

Sangre y arena

A partir de entonces el toreo va pasando por diferentes facetas desde el lanceo a caballo o a pie, hasta llegar a nuestros días en que se toman otras medidas de protección a los caballos usados por los picadores, el uso de las banderillas y el ritual que hoy forma parte de la llamada Fiesta de todas las Fiestas hasta los cambios dentro de la ganadería en donde surgen criadores solo de reses bravas para la lidia, la parafernalia alrededor de las corridas de toros, la confección de los trajes de toreros, subalternos, picadores y la formación de las cuadrillas de cada matador que incluyen en el paseíllo inaugural hasta los mulilleros que son los encargados de retirar el cuerpo del toro y los arenileros que preparan la plaza para la siguiente faena.

Narrar la historia de las corridas de toros no es fácil, existen enciclopedias con tomos enteros sobre el tema, en algunos países es considerada la tauromaquia no solo como una tradición sino como parte de la cultura de los mismos.

Toros y toreros han sido inspiración del arte también, desde las artes plásticas, la escultura, la música, el canto, la poesía, la novela y otras manifestaciones audiovisuales tales como películas y documentales.

La tauromaquia, considerada como arte, tradición y cultura ha tenido fieles seguidores entre personajes reconocidos tales como Ava Gardner, Gerard Depardieu, María Félix, Antonio Banderas, Joaquín Sabina, Alejandro Sanz, Cristiano Ronaldo, Paz Vega, Joan Manuel Serrat, el Che Guevara, Gabriel García Márquez, Arturo Pérez Reverte, por mencionar a algunos.

Entre los pintores y músicos que fueron inspirados por la Fiesta Brava podemos mencionar a Goya, Picasso, Manet, Dalí, Jacinto Benavente, Bizet, Botero, Agustín Lara, entre otros.

Poetas, filósofos y escritores que cayeron ante el hechizo de la afición taurina fueron Ernest Hemingway, Jorge Luis Borges, Miguel de Cervantes, Federico García Lorca, Pablo Neruda, Rubén Darío, Miguel de Cervantes, Juan Ramón Jiménez, Valle Inclán, Ortega y Gasset, Antonio Machado, Benito Pérez Galdos, Calderón de la Barca, Gustavo Adolfo Becquer y un largo etcétera, que no solo manifestaron su afición con su presencia en los cosos taurinos sino que escribieron reconocidas obras sobre el tema.

Las artes gráficas también hicieron acto de presencia con los grandes diseños de las carteleras taurinas agregando a ello la impresión de panfletos y calendarios alusivos.

Los detractores de este tipo de eventos presentan argumentos muy validos para oponerse a que continue este tipo de exhibiciones, algunos extremistas publican falsedades que no comprueban con hechos como el que al animal se le tortura antes de su salida al ruedo, ni a los criadores de reses bravas ni a los toreros les conviene que eso suceda y es prácticamente imposible que sea verdad ya que son muchas las personas involucradas desde la tienta del toro en las ganaderías, su traslado a las plazas, las rifas que se realizan para saber que toro le tocara ser lidiado por que torero.

Sí, los que se oponen al toreo tienen razón, aunque el argumento de los defensores del mismo sea que el toro es criado especialmente para la lidia, no significa que todo toro de lidia sea bravo, ni siquiera cuando un toro es indultado por su bravura, curado y enviado a la ganadería para ser utilizado como semental es garantía de que engendrara toros que heredaran su bravura. 

El toro de lidia es criado a campo abierto, su cuidado es especial y jamás conoce un capote antes de llegar a una Plaza porque significaria un extremo peligro para el Matador, ya que la bestia desarrolla lo que entre ellos llaman “sentido” ubicando al torero para su embestida y no el capote para la faena.

Un toro de lidia pesa entre 500 y 600 Kgs. es por ello que se considera la necesidad de la participación de los picadores en el ruedo, ellos tienen la misión de “desfogar” al animal y asegurarse de esta manera que el toro embista con la cabeza baja y evitar el cabeceo que expone a los participantes de la faena. 

Este tercio es el más brutal de la corrida de toros y al que los mismos aficionados lanzan rechiflas cuando el picador excede su participación, la puya “disminuye” al toro, lo desangra y lo lastima, si a eso agregamos las banderillas.



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