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Las razones de Salman Rushdie

´Cuchillo´ trata, en palabras del propio autor, de responder a la violencia con arte, esto es, con literatura

El autor británico Salman Rushdie, durante una entrega de premios en la Feria del Libro de Fráncfort (Alemania).Las razones de Salman Rushdie

Hace poco, el escritor Salman Rushdie concedió una entrevista a la cadena BBC con ocasión del lanzamiento mundial de su nuevo libro, Cuchillo: Meditaciones tras un intento de asesinato. En sus declaraciones, como en el libro, refirió detalles del apuñalamiento que sufrió en 2022 durante un acto público en una localidad del Estado de Nueva York. El hecho, sobradamente conocido, contado ahora desde la perspectiva de la víctima, está recibiendo estos días amplia atención mediática, lo que me dispensa de abundar aquí en los pormenores, algunos de gran crudeza.

Acompañan al testimonio en primera persona de Rushdie reflexiones de harto interés sobre los estímulos principales que lo llevaron a escribir el libro recién publicado. La idea es bastante más compleja de lo que suelen expresar frases al uso como: "Escribo para entender y que me entiendan, o para compartir impresiones y vivencias, o para que un mal no se repita", todo ello perfectamente lícito; y si además incentiva la productividad de quien escribe, tanto mejor. Rushdie opta por consignar dos motivaciones que intuyo complementarias. La primera consiste en objetivar la experiencia traumática, sacándola de uno mismo a fin de convertirla en un objeto que en este caso es un texto. Equipara su propósito al procesamiento de lo sucedido, de donde se deduce un efecto de alivio para el escritor. Digamos que con ayuda de la revelación el autor se libera de una carga psicológica y prueba de ello es que durante la entrevista no escatima sonrisas.

La segunda razón se me figura particularmente admirable. Se trata, en palabras del propio Rushdie, de responder a la violencia con arte, esto es, con literatura. Y a este punto comprendemos que el escritor no se limita a celebrar que siga vivo, sino que despliega ante los ojos del mundo, bien que con menoscabo de su salud, el triunfo elegante de la palabra razonada sobre el fanatismo, el odio, los cuchillos.