Creación a fuego lento

La prisa es uno de los mayores vicios de la sociedad contemporánea.

Correr, hacerlo todo rápido sin tomar el tiempo o sin la oportunidad de observar, se ha convertido en el modus vivendi de muchos, pero Laura Rubio (CDMX, 1960) propone romper la inercia y calmar al espíritu a través de la contemplación. 

Aunque la artista plástica -quien vive y trabaja en Guadalajara desde hace varios años-, tiene una trayectoria de más de dos décadas en el mundo de las artes visuales, no había protagonizado ninguna exposición individual. Ahora, de la mano del curador Juvenal Urzúa exhibe “No por Cerrar los Ojos la Luz Desaparece”, que se encuentra montada en Casa Lunar.

“Laura tiene una sigilosa trayectoria de más de 20 años, que poco a poco comienza a develarse. Que coloca ante nosotros en esta muestra un recorrido sobre cómo mirar; nos propone detenernos y confrontar uno de los demonios contemporáneos más arraigados de nuestra cultura: la prisa”, recalca Urzúa. 

“Su obra, hecha con materia, pero sobre todo con tiempo, nos invoca a hacer lo mismo cuando estamos frente a su trabajo artístico. Nos requiere de calma y apertura, sentir con el cuerpo y sentir con el alma, observar y reflexionar, procesos que capa a capa, están presentes”.

“Su obra, hecha con materia, pero sobre todo con tiempo, nos invoca a hacer lo mismo cuando estamos frente a su trabajo artístico. Nos requiere de calma y apertura, sentir con el cuerpo y sentir con el alma, observar y reflexionar, procesos que capa a capa, están presentes”

La pintora y escultora toma muy en serio su proceso creativo. Toma tiempo para elaborar cada uno de los materiales, como en una especie de alquimia plástica para dar forma a la encáustica y la cera fría, en el caso de la pintura; y el modelado de bronce, piedra y polímeros, en el terreno de la escultura.

EXPOSICIÓN

“Es una exposición donde deseo compartir simplemente mi trabajo, que pueda ser recibido y quizás apreciado por algunos, quiero que mi trabajo hable por sí solo, sin mi intervención”, recalca la artista.

Centrada en esas técnicas, Laura advierte que para cristalizar cada una de sus piezas se requiere tiempo y mucha fuerza física. En su discurso, hay narrativas que giran en torno al color azul, al círculo y al cielo, expresa.

“El azul es un lugar de silencio y paz, en lo más simple del azul, se encuentra el abrazo que me contiene y libera; mientras que el círculo es una línea sin fin y que siempre está unida y eso para mí significa trabajar como un ejercicio mental y físico para un estado de aceptación, confianza y certeza”, explica Rubio.

Para Urzúa, quien ha trabajado en el catálogo personal de Rubio, esta obra viene de un ejercicio de mirar hacia el interior, pero también hace una evocación a la contemplación, a detenerse a mirar los detalles, las fracturas, las pinceladas.

“Esta exposición no se propone como una retrospectiva, sin embargo, sí nos permite encontrar trazos que develan algunas de sus primeras intuiciones filosóficas y de trabajo escultórico, hasta una producción reciente que integra encáustica y objetos encontrados, que ofrecen fuerza y sensualidad”, añade Urzúa.

•  “No por Cerrar los Ojos la Luz Desaparece” es una exposición que orienta a descubrir el arte.

Da la oportunidad de conocer otras propuestas artísticas, principalmente en las artes plásticas.

La colección debe ser mirada sin la prisa de la vida cotidiana para captar los detalles que la autora plasmó.

Genera inspiración la obra vista sin velocidad.