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Lecturas para las Greta Thunberg del futuro

Una oleada de libros infantiles y juveniles se centra en el amor hacia la naturaleza y los animales o invita directamente a salvar el planeta a través de todo tipo de formatos, estilos y planteamientos

Greta Thunberg, durante su intervención en la sede central de la ONU en Nueva York, en septiembre de 2019.Lecturas para las Greta Thunberg del futuro

La lógica de los niños, a veces, resulta incomprensible. Tanto como para encontrar un escondite seguro detrás de sus propias manos. O hacerse amigos de un caracol de peluche. Y, sin embargo, ni la ocurrencia infantil más absurda supera lo que están haciendo los adultos, presuntos maestros de racionalidad, con el planeta. ¿Quién destruiría la única casa que tiene? Hasta el más pequeño lo entiende. Más incluso, en muchos casos, que sus progenitores. Por lo menos, los minúsculos activistas últimamente tienen una solución fácil para alertar y sensibilizar a sus familias, o a sus amigos más despistados: basta con acompañarles a una librería. Desde hace un tiempo, prácticamente cada editorial infantil y juvenil tiene al menos una obra en su catálogo centrada en el cuidado de los ecosistemas, el amor por los animales o los árboles. Libros de todos los formatos, estilos y planteamientos. Tan variados como la Tierra a la que animan a defender.

"Son temas cruciales para nuestro futuro y me alivia que la literatura para los más jóvenes esté tomando conciencia de ello. No es obvio que suceda, a veces apartamos en una esquina los asuntos más incómodos. Solo espero que no sea una moda pasajera", reflexiona Giuseppe Festa, autor de la novela El paso del oso (Duomo). "No recuerdo leer nada sobre cambio climático cuando era una niña, y ya sabíamos que estaba sucediendo. Sin duda, el número de publicaciones ha aumentado en estos años", apunta Amandine Thomas, responsable de obras ilustradas y didácticas como Océanos... y cómo salvarlos o Bosques... y cómo protegerlos (ambos en Errata Naturae).

El primero, de hecho, se editó en 2019, poco antes de que Greta Thunberg pronunciara su reproche tal vez más célebre e indignado a los líderes globales, sentados a su alrededor en la sede neoyorquina de la ONU y culpables, según la joven, de pensar solo en el dinero mientras roban infancias y matan al mundo: "¿Cómo os atrevéis?". A saber si entre los muchachos que desde hace años se manifiestan en las calles de decenas de ciudades, bajo el lema Fridays for Future, algunos han leído los libros de Amandine Thomas. Pero lo cierto es que la escritora incluye entre sus dibujos invitaciones a la acción, aunque solo sea apagar la luz en casa para beneficiar, a miles de kilómetros, a la Gran Barrera de Coral australiana.

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Doble página de ´Océanos... y cómo salvarlos´, de Amandine Thomas, editado por Errata Naturae.

En el fondo, la mayoría de estos libros parece buscar algún impacto. El disfrute literario, por supuesto. Pero también una semilla en las mentes del futuro. Y, a ser posible, un granito de arena contra la contaminación. Hay lectores de Hannah Gold que han pasado de adorar El último oso (Duomo) a adoptar uno en la realidad, o escribir al diputado de su área para solicitar una ley contra los plásticos de un solo uso. "Incluso si mis libros solo abren el más mínimo camino para aprender a apreciar el medioambiente, ya sería genial", apunta la británica. Y Festa considera estupendo el simple hecho de que tal vez sus palabras escritas alejen a más de uno del móvil, pero insta a dar al menos un paso más: "Leer de naturaleza no basta. Hay que vivirla". Las vías hacia el objetivo se muestran tan diversas y creativas como el público al que se dirigen.

Volúmenes gigantes como El gran libro del agua (de Sarah Garré, Combel) o Arboretum (de Katie Scott, en Impedimenta), otros capaces de contener una selva entera (Pop-up Bosque, de Fleur Daugey, Tom Vaillant y Bernard Duisit, en Edelvives) o incluso un viaje de 360º hacia el polo Sur (Explora la Antártida, de Tania Medvedeva y Maria Vyshinskaya, en Zahorí); obras para pequeñísimos, como los paseos naturales que plantea la serie de Emiri Hayashi (en SM), o una guía práctica para acampar o estudiar un mapa destinada a auténticos Manual de supervivencia (Colin Towell, en Blume); páginas repletas de imágenes, pero también información y curiosidades, como 200 preguntas y respuestas sobre animales (Cristina Banfi y Lorenzo Sabbatini, en Éccomi), y otras donde lápices y colores dominan sobre el texto, como Global (de Eoin Colfer, Andrew Donkin y Giovanni Rigano, en Alianza); hay incluso quien ha viajado a la distopía que nos espera según los científicos, para intentar evitarla: el mar sobre el que el soberano Namor siempre reinó ha terminado engullendo también las tierras en Litorales conquistados (Pasqual Ferry y Christopher Cantwell, en Panini) o ha sumergido ciudades y esperanzas en Post York.

 

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