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La historia del irlandés que quiso independizar a México

La historiadora Andrea Martínez Baracs presenta su libro Un rebelde irlandés en la Nueva España

Guillén de Lámport, el poeta que fue autor de más de 900 poemas en latín que se preservaron gracias a la Inquisición, el mismo soldado católico irlandés que fue considerado hereje, delator y espía, es uno de los auténticos precursores de la Independencia de México, un rebelde y liberador “loco” cuya estatua se encuentra dentro del mausoleo del Monumento de la Independencia, pero que no llegó a ocupar un lugar protagónico junto a los grandes héroes nacionales a los que se les rinde culto al exterior del recinto patrio.

La historiadora y escritora Andrea Martínez BaracsLa historia del irlandés que quiso independizar a México

En entrevista, Martínez Baracs habla de este rebelde irlandés que defendió a los criptojudíos cuando hacerlo equivalía a la muerte, una figura cuya obra y juicios se encuentran en dos acervos documentales: El Tec de Monterrey y el Archivo General de la Nación, donde la doctora por El Colegio de México pudo localizar nuevos materiales, como la Proclama Insurreccional para la Nueva España, para esta edición actualizada de su libro, que también incluye La Propuesta al Rey Felipe IV para la liberación de Irlanda, el Pregón de los justos juicios de Dios, que castigue a quien lo quitare, el Regium Psalterium y su Escudo de Armas, y que en breve tendrá una edición en inglés editado por Pen State University Press.

¿Es un personaje de leyenda, más negra que luminosa?

La documentación sobre Lámport está accesible, está toda en el Tec de Monterrey, sus años de libertad, y luego todo su proceso de la Inquisición, en Archivo General de la Nación; y aunque son centenares, no son miles de páginas; en realidad lo difícil era lograr acercarse a un tema que es un poco elusivo porque lo trataron como un mentiroso profesional durante la Inquisición y se quedó esa idea de que nada de lo que dijo era cierto, que era un usurpador, entonces era muy difícil para mí saber qué era verdadero y qué no, adentrarme en este tema fui ir descubriendo este carácter elusivo de nuestro personaje.

¿Qué importancia tienen sus orígenes para su final en la Nueva España? 

Lámport era un irlandés católico. Cuando en el siglo XVI y en las primeras décadas del siglo XVII los irlandeses fueron invadidos por Inglaterra, les quitaron todo, como el derecho de ejercer su religión, muchos como él salieron del país, hubo una diáspora irlandesa, todos queriendo luchar por reconsquistar su patria, y él era un revolucionario y en esa calidad llegó a España y luego a México, con esos ideales y la necesidad de luchar por una causa nacional, y aquí encontró algo que para él era parecido, un país que había sido invadido por otro: México invadido por España. Él llegó con todo ese bagaje y quiso defender la alternativa de que México se levantara y él mismo levantarse con el reino y volverse nuestro rey, a través de un plan insurreccional.

Pero ¿no era un momento donde la Nueva España buscara la independencia?

En ese momento él perseguía un asunto relacionado con Portugal y con los judíos que estaban en la Nueva España; en ese momento había levantamientos en todo el mundo. Portugal se separó de España, se estaba separando Cataluña, había otros levantamientos en Inglaterra y hubo el gran y famosísimo levantamiento irlandés de 1642. Entonces él decía “es un momento en el que todo se está cuestionando, es el momento de levantarse”, y a México él venía a defender a portugueses acusados de traición que eran de origen judío y que habían huido de España porque su religión estaba prohibida. Al llegar aquí vio la situación de los indígenas y los esclavos africanos y dijo: “me voy a levantar para liberarlos a ellos”, y para eso inventó, porque no había otra forma de levantarte en esa época, que era de estirpe real, que era hijo del rey, y eso no se lo perdonó la Inquisición: cómo se atreve a usurpar ese nombre.

¿Un personaje singular en un tiempo complicado?

Era una sociedad a esas alturas muy corrompida, muy decadente, aunque era la época también de los grandes escritores en España, pero Lámport vio esa realidad colonial de miseria, un ambiente donde los nobles tenían no 30 sino 300 sirvientes y la gente sin empleo, mucha corrupción, pobreza de los indígenas, para no hablar de la condición de los africanos; esa fue su sensibilización en México, pero como también había mucho control político, lo que hizo fue mandar cartas sobre la situación que descubrió, supuestamente al propio rey. No está claro, pero se supone que era un espía del consejero del rey, le interceptaron esas cartas y así cayó en la cárcel, no volvió a salir, salvo un día que logró escapar, pero la orden era: “Este no va a quedar libre por nada del mundo”.

¿Un hombre atractivo, inteligente y preparado?

Tenemos de él casi 900 poemas en latín que escribió en la cárcel y los escribió en las sábanas y en paredes, y la Inquisición copió sus poemas para ver si había algo que no fuera conforme a la ortodoxia cristiana o católica, por eso podemos conocer esos poemas; y casi no encontraron nada. El catolicismo era muy represivo; si había algo que podía sonar hereje, te iba muy mal; no encontraron nada hereje porque en realidad Lámport era un católico muy formal y muy creyente: También escribió audiencias en las paredes y copiaron todo lo que él decía; son alegatos jurídicos, políticos, teológicos en su defensa y de los judíos; también escribió un libro porque le pidieron un desagravio cuando se escapó y querían que escribiera que estaba arrepentido. Escribió muchas cosas en la cárcel, era muy inteligente, instruido, cita a 30 autores de memoria, por eso lo odiaban, pues no sólo era más listo que muchos sino que era como un espía: sabía mucho de ellos, de sus corruptelas, de cómo se habían quedado con dinero ajeno, por eso querían acabar con él.

Hoy el gobierno insiste en restituir los derechos de los indígenas

Ha habido intentos por proteger a los pueblos originarios, pero son más palabras que acciones sinceras, porque no los escucharon antes: ahora con el Tren Maya no veo que escuchen a los mayas. Más bien hay como una especie de uso de ellos para adornarse, dicen que están mucho con los indígenas, pero a mí no me consta que los estén ayudando efectivamente.



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