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Una de las película que nunca llegó a filmarse

Con un reparto de lujo, un diseño de producción sin precedentes y música de Pink Floyd, ‘Dune’ de Jodorowsky lo tenía todo para convertirse en una de las películas más grandes del siglo XX pero nadie en Hollywood quiso apoyarla. No hizo falta: hoy es un título de culto y ni siquiera existe

Cartel original de Dune, de Jodorowsky, producida por Michel Seydoux.Una de las película que nunca llegó a filmarse

En noviembre de 2021, Christie’s batió récords subastando el storyboard más caro de la historia: el de la adaptación de Dune, la película que nunca llegó a ser filmada por Alejandro Jodorowsky. Alcanzó los 2.660.000 euros, casi 110 veces su cifra de salida, convirtiéndose, además, en el segundo libro de mayor precio vendido por la casa parisina. Más de 3.000 dibujos repartidos en trece kilos de papel que sirven de complemento fetiche para la mejor epopeya cósmica de todos los tiempos. Publicada por el escritor Frank Herbert en 1965, la novela nos adelantó debates sobre la ecología, el colonialismo y el extractivismo llevándonos al planeta desértico Arrakis, codiciado por la especia melange, una droga con la que trascender el espacio y el tiempo, clave para el sistema económico del universo.

Mientras los fans cuentan las horas para el estreno, este 1 de marzo, de la segunda parte de la versión de Dennis Villeneuve con Zendaya y Timothée Chalamet, muchos nostálgicos continúan reclamando la atención sobre la que está considerada como la película de ciencia ficción más influyente de la historia… a pesar de que jamás se rodó ni un fotograma.

En su ambición desmedida, el polifacético Jodorowsky vio desmoronarse un proyecto que aspiraba a contar con Pink Floyd para la banda sonora y un casting con Orson Welles, Salvador Dalí, Mick Jagger o Gloria Swanson, entre otros. Y del que saldría un dream team creativo encabezado por el dibujante Moebius, el artista plástico H.R. Giger y el guionista y supervisor de efectos especiales Dan O’Bannon, por entonces aún desconocidos. Los tres juntos tomarían las lecciones aprendidas en este Dune fracasado para verterlas después en la creación de Alien (1979), de Ridley Scott. De aquellos rescoldos queda un documental, Jodorowsky’s Dune (2013), de Frank Pavich, que contribuye a engrandecer la leyenda.

Para cuando Dune llegó a su vida, Jodorowsky acumulaba ya cierto culto. El topo (1970), un delirio lisérgico donde dirigía y actuaba como cowboy iluminado, serviría de cinta fundacional del acid western. Además, se alzaría como la primera midnight movie: un inteligente distribuidor de Nueva York decidió proyectarla solo a medianoche por ser, como proclamaba su cartel, “demasiado fuerte para pasarla en otro horario”. Las colas daban la vuelta a la manzana, claro. La noche que John Lennon fue a verla con Yoko Ono quedó fascinado. Repitió hasta tres veces. Compró los derechos para exhibirla en todo EE UU y pidió a su manager, el jefazo de Apple Records, Allen Klein, que diera a Jodorowsky un millón de dólares para su próxima película, La montaña sagrada (1973). Klein quiso convencerlo después para que adaptara la novela Historia de O, pero para entonces el padre de la psicomagia andaba erotizado con asuntos más místicos.

El distribuidor francés Michel Seydoux se había traído El topo a Europa y dio carta blanca a Jodorowsky para producirle lo que quisiera. Según confesó el chileno en su momento, una divinidad se le apareció en un sueño revelándole que Dune sería su próxima película. “Me levanté a las seis de la mañana y, como un alcohólico esperando a que abrieran el bar, me planté a la puerta de una librería donde comprar el libro. Lo leí de una tacada, sin parar a comer ni a beber. En cuanto lo terminé, un minuto después de la medianoche, llamé a Seydoux para decirle: ‘¡Hagamos Dune!”.

Sería una versión libre. Su compromiso: que provocara los efectos del LSD, pero sin necesidad de tomarlo. Compraron los derechos, casi regalados, en 1974. Y comenzó el reclutamiento de lo que llamó sus “guerreros espirituales”.

Nadie como el propio Jodorowsky para añadir una textura extra de ficción a su propio anecdotario. A Moebius lo encontró cuando aún era solo Jean Giraud, creador de El Teniente Blueberry, y su pseudónimo para los cómics galácticos estaba por despegar. Le dictó enfervorecido el guion, plano a plano, mientras Moebius esbozaba secuencias y personajes. Con ese tocho se plantaron juntos en Los Ángeles. Concretamente, en el despacho de Douglas Trumbull, artífice de los efectos especiales de 2001: Una odisea del espacio (1968), de Stanley Kubrick. “No paraba de darse importancia, atendió al teléfono como 40 veces durante nuestra conversación. Sería un técnico buenísimo, pero no era mi guerrero espiritual”, se lamenta Jodorowsky en el documental.

Paseando por Hollywood, se fueron al cine. Ponían Dark star (1974), de John Carpenter. En ella, un tal Dan O’Bannon hacía de todo: guionista, protagonista, montador, supervisor de efectos especiales. Todo un guerrero espiritual. Recibió la llamada de Jodorowsky, se fumaron un porro, no se habló más: “Vende todo lo que tienes y vente a París. Tu vida va a cambiar”. (Efectivamente, cambiaría… pero años después, tras firmar el guion de Alien). El equipo técnico base se completó con Chris Foss, ilustrador de portadas de libros de ciencia ficción, al que solicitó el diseño de naves en forma de “joyas, animales-máquina, mecanismos del alma, naves-útero, antecámaras para el renacimiento en otras dimensiones”. Foss acabaría ejerciendo de consultor estético para Superman (1978), Alien o Flash Gordon (1980).

  • El cineasta Alejandro Jodorowsky (izquierda) y el dibujante Moebius (aún conocido como Jean Giraud), en 1975, flanqueando a un soldado Sardaukar, los guerreros más temibles del imperio, durante las pruebas de vestuario del 'Dune' que jamás se llegó a realizar.

Se estima que hay unas 10 reproducciones del 'storybook' original con 3.000 ilustraciones que Jodorowsky concibió junto al dibujante Moebius para su adaptación frustrada al cine de 'Dune'. Esta batió récords subastándose en Christie's por 2.660.000 euros, 110 veces su precio de salida.

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El artista H.R. Giger, en su estudio, con algunos de sus diseños para el oscuro planeta Harkonnen en el 'Dune' de Jodorowsky. Años después desarrollaría estas ideas para 'Alien'.