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Así preparan las orquestas sinfónicas su incierto futuro

Las grandes orquestas se enfrentan a un nuevo panorama tras la crisis del Covid-19, no solo en lo sanitario sino también en lo artístico

¿Qué es una orquesta de cámara? Una orquesta sinfónica soviética después de una gira por Occidente. Éste es un viejo chiste de músicos, que muchos recordaron al ver, hace unos días, a la Orquesta Filarmónica de Berlín sobre el estrado en el Concierto de Europa; las circunstancias obligaron a celebrarlo sin público y con formación camerística, mucho más reducida. ¿Es éste el futuro inmediato que les espera a las orquestas sinfónicas? Para tratar de responder a los interrogantes que la situación actual plantea, la Asociación Española de Orquestas Sinfónicas (AEOS) ha organizado, junto con el Global Leaders Program –un programa educativo para emprendedores artísticos que lideran nueve universidades, entre ellas las de Harvard, Georgetown y Duke– y con la colaboración de la Fundación BBVA, «una iniciativa global para analizar la situación en que se encuentra el sector en todo el mundo»: su título, «(Re) establecer los escenarios: Orquestas y Auditorios en un mundo Post-Covid».

Sinfónica de la Ciudad de México.Así preparan las orquestas sinfónicas su incierto futuro

La AEOS está integrada por treinta y cinco orquestas sinfónicas de España y Portugal. La circunstancia de cada una es diferente; por un lado, las públicas tienen «una cierta serenidad» en el plano laboral, según palabras de Ana Mateo –gerente de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias, dependiente del Gobierno de dicha comunidad–. «Nos preocupa sin embargo no poder hacer nuestro trabajo y no poder mantener nuestra función. Nos inquieta también que los recortes siempre han afectado a la Cultura». De las orquestas privadas, dos han tenido que hacer un alto porque la falta de actividad les impide mantener a los trabajadores.

Lo que se pretende con estos seminarios online, que serán los días 21 y 28 de mayo, es «elaborar un foro de discusión en el que participen orquestas de todo el mundo y en el que nos planteemos cuáles son nuestros retos en el corto y medio plazo», dice Ana Mateo. Porque está claro, continúa, que «tenemos que plantearnos nuevas formas de conciertos que se ajusten a las medidas de desescalada y donde la salud y prevención de riesgos, tanto de los músicos, de los trabajadores de las salas y auditorios como del público sean prioritarias».

Plan de ensayos

Eso cuando éste pueda estar presente. 

Dice Ana Mateo que «todas las orquestas empezaremos con formato pequeño y rotando plantillas. Con grupos de cámara. Y a partir de ahí, iremos creciendo hasta llegar a la orquesta sinfónica en su totalidad. De momento sin público, por supuesto».

Incertidumbre es la palabra que mejor define la situación de las orquestas (como de la mayoría de los sectores). «No hay plazos ni está garantizado que la actividad no tenga que volver a arrepentirse», dice Ana Mateo. Por el momento, las formaciones sinfónicas están elaborando un plan de ensayos que la presidenta de AEOS define como «muy complejo». Las distancias que se pide para las maderas y los vientos (donde el músico sopla el instrumento) es de cinco metros, y dos para las cuerdas.

Más complicada es la situación de las orquestas en los fosos de los teatros, «porque mantener las distancias en un escenario es muy difícil, pero en un foso es imposible. Y estamos viendo de qué forma podemos volver a abrir los teatros y que la gente vuelva a escucharnos sin miedo», añade Mateo. Yes que el componente psicológico es fundamental, según su opinión. «Tocar con mascarilla es negativo (y en algunos casos imposible), en un concierto el público quiere olvidarse de la realidad; pero si las tenemos que utilizar, lo haremos».



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