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Tránsitos continúan siendo pesadilla de automovilistas

Afectado asistió a un festejo religioso de una iglesia cristiana y está encargado del grupo musical; afirma que cuenta con testigos de que no consumió ninguna bebida embriagante

El Mañana / Staff

El ciudadano hizo pública la denuncia contra las autoridades de Tránsito y Vialidad luego de realizar el pago de la multa en la delegación.Tránsitos continúan siendo pesadilla de automovilistas

Un empleado denunció públicamente un abuso por parte de elementos de Tránsito y Vialidad, luego de que le realizaron una infracción y un cobro por la calidad de tres mil 368 pesos por presuntamente manejar en estado de ebriedad y por la falta de una luz de su vehículo, por lo que aseguró que no consumió ni una sola gota de alcohol.

Samuel Cruz dijo que estuvo en un festejo religioso, ya que pertenece a una iglesia cristiana y está encargado del grupo musical, y que cuenta con testigos de que no consumió ninguna bebida embriagante.

Agregó que el convivio fue por la colonia Módulo 2000, cerca de los tubos anaranjados, por lo que salió a media noche y abordó un vehículo Volkswagen “bocho” y al ir circulando por el bulevar Hidalgo, a la altura del monumento a La Madre, por la colonia Bella Vista, fue detenido por una unidad de Tránsito y Vialidad.

Agregó que los oficiales le señalaron que le faltaba una luz a su automóvil y después le pidieron que los acompañara a la delegación de Seguridad Pública.

En la comandancia, los agentes lo llevaron ante el médico de Seguridad Pública, donde le realizaron la prueba de alcoholismo en tres ocasiones, por lo que el aparato marcaba 0.0; estaba fallando.

El afectado dijo que no consumió ni una gota de alcohol y aun así los agentes de Tránsito y Vialidad cometieron el abuso de realizarle un cobro en la boleta de primer grado de alcohol, siendo que el aparato marcó en varias ocasiones 0.0 y también le pusieron que le faltaba una luz a la unidad.

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  • El vehículo que conducía el ciudadano fue llevado a la delegación de Seguridad Público.

Luego el médico de guardia llenó un certificado médico, donde le puso 0.60, colocándole primer grado de ebriedad y le entregaron su boleta e inventario de su vehículo.

Como pudo, Samuel se retiró a su domicilio y el automóvil quedó en garantía por el pago de la boleta, la cual llegó a los tres mil 368 pesos.

Por lo que el conductor regresó por la mañana y buscó el apoyo del secretario de Seguridad Pública, Alfonso Peña, y de Mario Soria, director de Tránsito y Vialidad, pero no le pudieron ayudar, porque no se encontraban en la oficina, por la visto de un alto funcionario a la ciudad.

No le quedó de otra al conductor que pagar la multa administrativa para que  las autoridades le devolvieran su unidad.

El ofendido calificó de una gran abuso lo que realizaron los agentes de Tránsito y Vialidad y el médico de turno.

Mencionó que como siempre la palabra del ciudadano no cuenta en este tipo de casos, lo único que importa es la recaudación por parte de la oficina de Tránsito y Vialidad.



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