Pérdida de sustancia
Da la impresión de trasladar algo que podría romperse con mirarlo, como si llevara en los brazos una cerámica china de la dinastía Ming
EL PAÍS
Decíamos que no era el peso lo que justificaba la actitud del uniformado. Era el cuidado, el miedo. Da la impresión de trasladar algo que podría romperse con mirarlo, como si, más que un niño muerto, llevara en los brazos una cerámica china de la dinastía Ming. ¿Por qué? Tal vez en el formulario que citábamos más arriba hubiera un apartado dedicado a los símbolos. “¿El hallazgo posee la calidad de un símbolo?”, sería la pregunta. Si el guardia, tras los minutos de reflexión que se tomó, hubiera respondido afirmativamente, no le quedaba otro remedio que extremar la prudencia. Los símbolos traducen una generalidad que nos afecta a todos. Y todos hemos sido afectados para bien. El problema, cuando se acumulan, es que pierden sustancia.
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