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Nuevamente Venezuela

Cuidémonos del aspirante que alberga el populismo… gracias a Dios que no somos ¡Venezuela!

Desde hace dos años mi esposo y yo nos hemos dado a la tarea de conocer poco a poco América del Sur. Independientemente de mi admiración creciente hacia estos países que han logrado rescatar su economía y bajar a más del 50 por ciento el nivel de pobreza de su población, me sorprendí enormemente de toparme en países como Argentina, Colombia y Uruguay a muchos venezolanos trabajando en hoteles, bares y tiendas.

Ya estando allá no pude resistir preguntarles sobre la situación real que se  vive en su país de origen, las respuestas coinciden: Venezuela agoniza…

Nuevamente Venezuela

En Venezuela este año las elecciones presidenciales se adelantaron, tendrán que realizarse antes del 30 de abril de acuerdo al anuncio de la Asamblea Constituyente; este informe ocurre en medio de tiempos revueltos pues los principales partidos están amenazados de ser anulados por orden del presidente Nicolás Maduro.

Los partidos de oposición al régimen actual están considerando no participar en las elecciones debido a las condiciones que está aplicando el presidente, los dos dirigentes de mayor arraigo y simpatía entre la población son Leopoldo López y Henrique Capriles; sin embargo ambos se encuentran impedidos para participar por vetos impuestos por Nicolás Maduro.

Mientras tanto vía twitter el presidente Maduro presentó su eslogan de campaña “Juntos Podemos Más” agregando que junto con el pueblo venezolano llegará a la victoria.

En noviembre del año pasado la Asamblea Nacional de Venezuela anunció que el país había entrado oficialmente en un proceso de empobrecimiento y aunque el Banco Central no ha divulgado indicadores económicos desde el 2014 se estima que la hiperinflación que se está produciendo en Venezuela supera el 50% mensual.

El 82% de los venezolanos vive en pobreza, la escasez de víveres cada vez es mayor, la imposibilidad de poder alimentarse debidamente crece lo cual se ve reflejado en problemas de salud como anemia; las filas de las personas para entrar a los supermercados para comprar alimentos originó intentos de saqueos y disturbios, los militares intervinieron para controlar la situación.

Las revueltas que han emprendido los venezolanos a causa del hambre cada vez son mayores, y en consecuencia también crecen las víctimas del gobierno de Maduro que toma represalias militares sobre aquellos que piden comida y salud para sus hijos, se habla de muchos muertos.

Cuando Maduro asumió el poder aniquiló el dólar que rige buena parte de la economía, con ello lo que logró fue bajar el valor de su propia moneda, el bolívar; lo que incrementó la inflación y la escasez de alimentos, no conforme con ello en el mes de diciembre el Banco Central de Venezuela consideró como una buena medida imprimir muchos, pero muchos billetes para pagar bonos y cubrir el déficit fiscal… el resultado es que su moneda vale menos que nada.

La inseguridad y la inflación son los principales motivos por los cuales los venezolanos han huido de su país, el que puede se va, comenzó el éxodo…

Argentina, Brasil, Colombia y Uruguay son los países que están facilitando su residencia con permisos para trabajar.

Los exiliados me comentan que es fácil y rápido legalizar su situación, lo principal es contar con una carta de antecedentes no penales; para muchos su primera opción es trabajar en Uber, con el paso de los años les va bien y han logrado abrir un negocio.

Una vez que se encuentran instalados en otro país ayudan a sus familiares que no han podido salirse, enviando dinero por circuitos ilegales, con redes de conocidos o por medio del contrabando suministrando medicinas, artículos de higiene personal y alimentos enlatados principalmente.

Emigrar no es una opción que esté al alcance de todos, es difícil tanto económica como emocionalmente, los venezolanos están pagando día con día el precio del chavismo, el precio de confiar en un hombre que habla con los pájaros y los muertos.

Cuidémonos del aspirante que alberga el populismo… gracias a Dios que no somos ¡Venezuela!