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Nueva brújula del poder

La conversación tiene la voz preponderante del presidente que impugna, denuncia y, muchas veces, predica

A lo largo de los primeros 80 días del gobierno de AMLO se han empezado a mover las estructuras de poder, a sacudir inercias y se ha generado un clima de incertidumbre por los diversos frentes de batalla que se han abierto. Ante este escenario ¿cuáles son algunos de los referentes más importantes, una suerte de brújula del poder, para orientarnos en estos tiempos de cambio?

1.- La presidencia. AMLO tiene un estilo de ejercer el poder que concentra decisiones y reflectores, que polemiza diariamente desde sus conferencias mañaneras. Es el norte del nuevo régimen que quiere construir, la famosa 4T. 

Nueva brújula del poder

El presidente es la medida de sus políticas, el ideólogo de su proyecto, tanto para imponer austeridad en la administración pública, como para combatir la corrupción. Ya se menciona una cifra de ahorro de 112 mil millones de pesos (El Universal, 15/II/2019). Austeridad, recortes y reasignaciones presupuestales han generado malestar en muchos grupos y sectores. 

En principio suena bien terminar con los privilegios, la burocracia dorada y la parafernalia del poder, pero, al mismo tiempo, genera malestar por los cortes de personal necesario, el estrangulamiento de áreas importantes y la afectación a muchos servidores públicos que pasaron de la precariedad a las filas del desempleo.

2.- La deliberación pública. Se ha transformado la manera de estar en los espacios mediáticos y en las redes. La conversación que se hace desde el gobierno tiene la voz preponderante del presidente que impugna, denuncia y, muchas veces, predica. 

Cruza una línea entre la legalidad y la moralidad, que resulta complicada de entender. AMLO critica con fuerza a las puertas giratorias y denuncia públicamente con nombres y apellidos a servidores públicos que pasaron del gobierno a empresas privadas, lo cual juzga como inmoral, pero no presenta pruebas de ilegalidad. En lugar de mirar hacia adelante, como lo ha dicho muchas veces, rasca el pasado. 

Otra parte de sus críticas es contra la "sociedad civil" y los organismos autónomos. A la primera por oponerse —con razón— a la Guardia Nacional, y a los segundos, porque están capturados por intereses particulares. Hace una generalización en contra de los "expertos" y las "organizaciones de la sociedad civil", que son contrapesos necesarios.

3.- Los otros poderes. Existe una tensión con el Poder Judicial, sobre todo con la Suprema Corte de Justicia (SCJN) que procesa las controversias y litigios en contra del gobierno: los recortes presupuestales, la baja salarial, la redistribución de recursos entre el centro y las regiones. 

También hay una presión al Congreso de la Unión para que no modifique los proyectos del presidente, como sucedió con la Guardia Nacional, que los diputados modificaron y que ahora se discute en el Senado.

4.- La reorganización social. Después del 1° de julio hubo dos impactos inmediatos, una derrota contundente del viejo sistema de tres grandes partidos que funcionó después de 1988, y el surgimiento de un nuevo partido dominante, Morena. 

Quizá pueda venir una muy lenta recuperación de los viejos partidos, lo cual no parece que vaya a suceder pronto, por lo menos mientras no fracase el ciclo de la 4T. Además, es factible una mayor fragmentación partidista con lo que resulte de las 102 solicitudes para nuevos partidos políticos. 

En el espacio del trabajo se ha anunciado la nueva Confederación Internacional de Trabajadores (CTI) bajo la batuta de Napoleón Gómez Urrutia. En este contexto, viene una reforma laboral que puede modificar la simulación sindical dominante y, tal vez, cerrar el paso para una recreación de otro corporativismo. 

La otra parte de la reorganización social apunta hacia el estado de bienestar y las políticas redistributivas. Aquí existe una cierta contradicción entre la política de eliminar intermediarios de los programas sociales para eliminar corrupción y clientelismo (como las estancias infantiles) y, al mismo tiempo, existe una obsesión para llenar todos los cargos públicos (ternas, organismos autónomos, etc.) con personas de confianza del presidente de la República y de Morena, aunque no sean aptos.

A 80 días del sexenio estos son algunos referentes de la nueva brújula del poder…