SATISFACCIONES Y HERIDAS DE LA PATERNIDAD

Muchos hombres se preguntan justoel día en que nace el primero de sus hijos: ¿Qué es lo que significa ser padre? ¿Dónde están los planos, o los instructivos, para no “quebrar” ese pequeño ser que siente por primera vez como algo tangible y real, pues las madres han sentido en su bendito vientre como se desarrolla la vida, y aunque hay algunos hombres que desarrollan tanta empatía con sus parejas, que hasta sienten “ascos” y antojos, y están completamente involucrados en el crecimiento y desarrollo de su hijo, estos son los menos. 

Es una realidad que para la mayoría de los varones la primera emoción que experimentan al recibir a su primogénito, es la sorpresa.

SATISFACCIONES Y HERIDAS DE LA PATERNIDAD

Algunos no pueden con el ‘shock’ inicial y literalmente huyen, pues la siguiente emoción es la de responsabilidad total.

El padre debe dar a sus hijos seguridad, equilibrio y educación moral, además de proveerlo de lo indispensable para vivir, cuidarlo y protegerlo, aconsejarlo y defenderlo.

La tercera emoción es la de invencibilidad, sienten que han cumplido su deber al haber seguido su instinto primario y así perpetuar la especie, ellos han sido el instrumento de Dios para crear a un nuevo, distinto, individual y único ser, que paradójicamente comparte exactamente la mitad de su código genético.

Ahora bien, todo en la vida se paga, y los hombres tienen cinco heridas a causa de la paternidad, que les causaran tremendo dolor, aun cuando estén consciente de ello y traten de suavizarlo, al final todos padecen de soledad, pues un padre trabaja sin descanso por sus hijos, su ideal es que ese trabajo provea para cubrir las necesidades básicas de su hijo: vivienda, comida, vestido, calzado, etc., aún cuando eso signifique cero tiempo libre. 

El, que más quisiera que tener tiempo para irse de pesca con ellos, para llevarlos al cine, o algún juego de futbol, pero sucede que alguien tiene que pagar por dichas actividades, y es ahí que ellos deben decidir, que tanto pueden abarcar y darles a sus hijos todas las cosas materiales que desean, pero sintiéndose cada vez más solos, o pasar tiempo de calidad con ellos y hacerlos entender que algunas cosas están fuera del presupuesto familiar, que la vida no brinda a todos las mismas ventajas, que habrá otros chicos con mejores ropas, juguetes, autos, etc., pero sin el tiempo para aprender a comunicarse con papá.

Esto no es fácil que lo entiendan los peques, y aquí sentirán los padres una incomodidad aun en su propio hogar, pues siempre habrá algo que los hijos, y sus madres, querrán tener igual que fulanito, o zutanito, y la letanía de quejas acerca de lo que hicieron, o no hicieron, sus vástagos parece interminable y es cosa de todos los días que lo hagan sentirse culpable, y ya de por si, el padre siente responsabilidad por las acciones de sus hijos, se siente responsable de los actos buenos y malos de sus hijos, pues los ve como un reflejo de su propio actuar, este sentimiento proviene tal vez del viejo refrán que dice “de tal palo, tal astilla”.

Otro gran dolor que padece el padre es sentirse incapaz de trasmitir o comunicar su sentir, pues aunque papá no demuestre ser tan sentimental como mamá, en su interior guarda gran amor y cariño, solo que lo guarda, y es en sus momentos extremos cuando generalmente lo expresa de una manera inadecuada, tosca o brusca, un poco de acuerdo con la psicología masculina, lo que puede intimidar a los miembros de su familia.

Por ultimo todo padre siente un tremendo miedo, de no poder dar la talla, de no saber educar a su progenie, y si de algo debe preocuparse un buen padre, debe ser la educación de sus hijos, ya que el hijo puede llegar a perder la herencia, o los bienes, que le haya dejado su padre al morir, pero la educación es un tesoro que nunca perderá. 

A mi forma de ver, la educación es lo primordial que un padre está obligado a dar, pues la educación es lo que le permitirá a su hijo a hacer su propia vida. En el mundo de hoy los padres están muy conscientes que si sus hijos no se educan no tendrán posibilidades de éxito.

Los padres merecen regalos, flores y serenatas, cuando a pesar de los pesares, permanecen junto a sus hijos, nunca se divorcian de ellos, siempre dan la cara por ellos ante cualquier dificultad, y sobre todo los que tienen que aprender a cuidar de sus hijos tiempo completo, merecen un gran reconocimiento no solo hoy por ser día del padre, sino todos os días.

Vive un día a la vez! ... ignite the moment!…Y recuerda que Dios te ama y yo también.

Monseñor Juan Nicolau, Ph.D. STL, sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville. Es psicoterapeuta familiar y consejero profesional con licencias.