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Reynosa: empobrecimiento urbano y social

​Recientemente, con motivo del Día del Desarrollo Urbano, en Tamaulipas se realizaron diversas actividades que tuvieron como propósito poner en relieve la necesidad de ordenar el crecimiento de las ciudades del estado, principalmente las más grandes, para hacerlas sostenibles.

Recientemente, con motivo del Día del Desarrollo Urbano, en Tamaulipas se realizaron diversas actividades que tuvieron como propósito poner en relieve la necesidad de ordenar el crecimiento de las ciudades del estado, principalmente las más grandes, para hacerlas sostenibles.

En general, las zonas urbanas con mayor densidad poblacional enfrentan una problemática muy compleja, obviamente con características muy particulares en cada una de ellas, que en general van en detrimento de la calidad de vida de la gente.  

Reynosa: empobrecimiento urbano y social

En el caso concreto de Reynosa, durante muchos años el crecimiento de su zona urbana estuvo influido por los asentamientos irregulares que generaron un impresionante rezago en la dotación de servicios públicos.

La creación de ese tipo de colonias siempre estuvo ligada a poderosos intereses que hicieron de esa actividad un negocio singularmente redituable. Explotaron a la gente que les compró y generaron una demanda de servicios que a la fecha las autoridades no han podido atender del todo.  

Desde hace unos 20 años, el crecimiento de la ciudad también ha estado influido por la construcción de fraccionamientos destinados a atender los requerimientos de vivienda de miles de personas del sector maquilador, principalmente

La mayor parte de los adquirientes son inmigrantes de otras regiones del país, que llegaron expulsados por la miseria en sus lugares de origen.

Casi todos los fraccionamientos se orientaron a la construcción de casas para trabajadores con ingresos muy bajos. Además de lo reducido de las viviendas y la baja calidad en su edificación, con la complicidad de las autoridades, los fraccionadores construyeron donde quisieron e incumpliendo estándares mínimos establecidos en la Ley de Desarrollo Urbano.

Por eso, actualmente, Reynosa se encuentra en una profunda crisis urbana debido al deterioro y destrucción de las redes de los servicios más básicos en decenas de esos “nuevos” fraccionamientos.

El pésimo estado en el que se encuentran la mayoría de esos lugares, aunado a las condiciones de estrés que generan las características de las diminutas y deficientes viviendas, literalmente hace imposible que la gente tenga condiciones de vida adecuadas.

Este fenómeno definitivamente tiene una negativa repercusión social muy marcada. Aunque la pobreza no es una causa directa de las conductas antisociales, la depauperación del entorno personal, aunado a otro tipo de factores como un entorno carente de mínimos satisfactores, sí es detonante de conductas delictuosas.

Se trata de una problemática que además de verse desde la perspectiva del crecimiento urbano,  requiere de un enfoque multidisciplinario.