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Cierran paso a los abusos en postulación de mujeres

Recientemente, el Consejo General del Instituto Electoral de Tamaulipas aprobó los lineamientos que establecen los criterios para garantizar el principio de paridad de género en el registro de las candidaturas en los procesos electorales 2017-2018 y 2018-2019.

El documento indica que el propósito es optimizar la paridad de género. Que los criterios están dirigidos para favorecer a las mujeres, porque se dirigen  “a desmantelar” la exclusión de la que han sido objeto.

Cierran paso a los abusos en postulación de mujeres

Para la elección de Ayuntamientos de julio del año entrante, entre otras criterios, el IETAM definió lo que se denomina “bloques de competitividad” en  los resultados que los partidos políticos obtuvieron en el proceso local del 2016.

La autoridad electoral establece una división en la lista del municipio en los que contenderá cada partido político, tomando en cuenta la votación válida emitida de cada uno en esa elección inmediata anterior, acomodándola, dice el documento, de menor a mayor porcentaje de votación. 

Este procedimiento da como resultado que se obtengan dos bloques de competitividad: el bajo y el alto.

El bloque bajo estará conformado por los municipios en los que el partido político obtuvo la votación más baja y el bloque alto, por aquellos municipios en los que recibió la votación más alta.

Lo anterior tiene el propósito de evitar que, distorsionando su obligación de cumplir con la paridad de género, postulen exclusivamente a mujeres en los municipios en los que obtuvieron la votación más baja.  

Las autoridades verificaran que los partidos no postulen candidatos de un solo género en ese bloque de baja competitividad.

Es por eso que los partidos, en ese bloque deberán postular candidaturas que garanticen que el 50 por ciento, o por lo menos el porcentaje más cercano, sean de distinto género.    

Definitivamente, la legislación electoral se ha hecho más compleja respecto de la tutela que debe dar a los derechos políticos de las mujeres.  Se trata de erradicar el agandalle que durante mucho tiempo favoreció que las candidaturas a puestos de elección popular estuvieran dominadas por los hombres.

Esta complejidad en los procedimientos para garantizar la paridad de género, también, hay que recordarlo, tiene que ver con prácticas indebidas de muchas mujeres que se prestaron a la simulación en el registro de candidaturas.  El fenómeno de las “Juanitas” es el más notable.